La Agencia Internacional de la Energía (AIE) aseguró este jueves que la demanda global de petróleo ha sido “duramente golpeada” por la enfermedad del coronavirus y adelantó que sufrirá su primera contracción en más de una década en los tres primeros meses del año.
En su informe mensual, la AIE calculó que la demanda de crudo caerá en el primer trimestre en 435.000 barriles diarios respecto al mismo periodo del año pasado, y estimó que el crecimiento en todo el año será solo de 825.000 barriles diarios (365.000 menos que lo previsto), el menor aumento desde 2011.
El organismo dependiente de la OCDE reconoce que todavía es difícil precisar cuál será el impacto del Covid-19 sobre el petróleo, aunque sus estimaciones parten de un retorno progresivo a la normalidad en el segundo trimestre de este año.
Desde el estallido de la epidemia se ha registrado ya “una importante ralentización del consumo de petróleo y de la economía china”, según la AIE, lo que les lleva a adelantar que las repercusiones del coronavirus sobre la demanda “serán significativas”.
“Las consecuencias variarán según pase el tiempo, con un impacto inicial en los transportes y los servicios, probablemente seguido por la industria china y finalmente por las exportaciones y la economía en su conjunto”, auguró la agencia.
Después del descenso de la demanda previsto para el primer trimestre, el primero desde la segunda mitad de 2009, en plena crisis financiera global, se espera una normalización en el tercer trimestre del año, “probablemente beneficiada por las medidas de estímulo económico de China”.
La AIE parte de un escenario, basado en el estallido del SARS en 2003, en el que la epidemia pueda ser controlada antes del verano boreal, si bien alertó de que “hay pocas dudas de que el virus tendrá un impacto mayor sobre la economía y el petróleo que el SARS”, debido al mayor impacto global de una ralentización en China.
El organismo, que aconseja a los países desarrollados sobre sus políticas energéticas, apunta que la epidemia de SRAS de 2003 no es comparable con la actual porque China es muy distinta. En 2003 la demanda de petróleo china era de 5,7 millones de barriles al día (mbd) y el año pasado fue más del doble, de 13,7 mbd. En 2019 China representaba más de tres cuartas partes del crecimiento de la demanda de petróleo.
“Hoy [China] está en el centro de las cadenas de suministro mundiales y los viajes con destino y procedentes del país aumentaron enormemente, aumentando así las posibilidades de propagación del virus”, apunta la AIE.
La Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) ya revisó a la baja el miércoles su previsión de demanda mundial y subrayó el impacto en China del coronavirus, en particular en los carburantes que se usan para la aviación.
La AIE también hizo especial énfasis en los efectos del Covid-19 sobre el transporte aéreo, especialmente en China, cuyo tráfico de vuelos internacionales cayó un 70% y de vuelos nacionales un 50% en las primeras fases de la emergencia sanitaria, con los consiguientes efectos sobre el consumo de petróleo.
Las negativas predicciones de la AIE se suman al informe de la OPEP conocido este miércoles que predijo el consumo de petróleo en 2020 será un 19 % inferior al calculado hasta ahora.
(Con información de EFE y AFP)
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