El partido del Primer ministro irlandés Leo Varadkar iría adelante por un dígito en las elecciones legislativas de este sábado con 22,4% de los votos, seguido por el partido republicano Sinn Fein con 22,3% y por el partido de centro derecha Fianna Fail con 22,2%, según un sondeo a boca de urna.
Con todo, si se confirmara la ventaja del premier la corta distancia con sus oponentes pone en peligro su capacidad para obtener las mayorías necesarias para mantener el poder.
Según esta encuesta de Ipsos MRBI para la prensa irlandesa publicada el sábado por la noche, cuyo margen de error sería de 1,3%, los tres partidos estarían virtualmente empatados, haciendo imprevisible el resultado final, hasta que no se complete el recuento de sufragios, que comienza este domingo a las 09:00, hora GMT.
Muy por detrás estarían el Partido Verde (7,9 %), el Partido Laborista (4,6 %), el Partido Socialdemócrata (3,4 %) y Solidaridad-La Gente Por Delante de los Beneficios (2,8 %). El margen de error es de más menos 1,3 puntos.
La jornada estuvo marcada por la alta participación a pesar del mal tiempo en toda la isla. Hay 515 candidatos en 39 circunscripciones en las que votan 3,4 millones de irlandeses.
En estos comicios se renuevan 159 de los 160 escaños del Parlamento irlandés, ya que el presidente de la Cámara, Seán Ó Fearghaíl, renueva automáticamente su cargo por la circunscripción de Kildare Sur.
Durante la campaña, los líderes del FF y del Sinn Féin, Micheál Martin y Mary Lou McDonald, lograron ensombrecer los triunfos de Varadkar en la economía, que registra la tasa de crecimiento más alta de Europa y roza el pleno empleo, y en la política internacional, con su destacado papel en las negociaciones de un acuerdo del Brexit.
El Sinn Féin quiere romper ahora ese bipartidismo y cuenta, sobre todo, con el apoyo del electorado de las zonas más deprimidas y de los más jóvenes, quienes ya no relacionan a los republicanos con la campaña terrorista que desarrolló el IRA durante el pasado conflicto norirlandés.
McDonald ha prometido aumentar la inversión en vivienda pública con la construcción de hasta 100.000 nuevas viviendas, congelar los alquileres, disparados desde hace una década, y mejorar la sanidad pública, medidas que sus rivales dicen que son populistas y que podría dañar a la economía, endeudando al Estado.
Los expertos creen que, a pesar de los sondeos, el Sinn Féin no convertirá en escaños el porcentaje de votos que le conceden las encuestas, debido a que presenta menos candidatos que el FG y FF, que se beneficiarán del complejo sistema electoral irlandés, de transferencia de voto.
En ese escenario y dado que los sondeos indican que ninguno de los tres grandes partidos llegarán a la mayoría absoluta, Martin podría verse obligado a buscar apoyos entre las formaciones minoritarias, como los verdes, laboristas o socialdemócratas.
El líder del Fianna Fail tampoco ha descartado formar una gran coalición con Varadkar, con él como primer ministro, o gobernar en minoría con el apoyo de un puñado de diputados independientes y pactos parlamentarios puntuales con los democristianos.
Así gobernó Varadkar durante las última legislatura, gracias a un acuerdo de “suministro y confianza” firmado con FF, por el que le apoyó en cuatro presupuestos generales y se abstuvo en votaciones clave, como en mociones de censura.
Martin y Varadkar también han dejado claro que no formarán gobierno con el Sinn Féin debido a su pasado violento, a pesar de que McDonald resulta más atractiva para el electorado que su antecesor en el cargo, el histórico dirigente Gerry Adams, pues representa a una nueva generación de nacionalistas sin vínculos con el IRA.
El recuento de los sufragios procedentes de las 40 circunscripciones irlandesas comenzará el domingo a las 09.00 horas GMT y los primeros resultados provisionales podrían conocerse a media tarde, aunque los definitivos podría demorarse durante días, dada la complejidad de sistema electoral.
En el año 2017, Leo Varadkar se convirtió, con 38 años, en el taoiseach (primer ministro) más joven en la historia del país y en el primero abiertamente gay como líder del partido Fine Gael. El éxito diplomático que significó haber encolumnado a la Unión Europea (UE) detrás suyo para forzar al Reino Unido a un acuerdo que evitó un Brexit caótico —potencialmente catastrófico para Irlanda— vaticinaba una buena elección.
Con información de AFP y EFE
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