Un submarino de una empresa británica chocó contra los restos del Titanic durante una expedición que se realizó a mediados del año pasado. El gobierno de los Estados Unidos supo del siniestro desde el primer momento y lo mantuvo oculto hasta este año. Este es el primer choque con el barco que se ha hecho público desde que se descubrieron sus restos en 1985.
El líder de la expedición, Rob McCallum, admitió en declaraciones a la prensa que el sumergible Triton de última generación chocó con el Titanic en julio cuando “corrientes intensas y altamente impredecibles” causaron que el piloto perdiera el control. De todas formas, señaló que los daños fueron menores.
“Intentamos mantenernos alejados del Titanic, pero tuvimos que acercarnos para depositar dos muestras científicas. Accidentalmente hicimos contacto una vez mientras estábamos cerca de la brecha del casco de estribor, una gran parte del casco que sobresale”, agregó a The Telegraph.
El submarino estaba equipado con el factor limitador Triton DSV que lo convierte en el único sumergible en el mundo capaz de bucear por debajo de los 7.000 metros. Según el testimonio del líder de la expedición, el sumergible estaba cubierto de fibra de vidrio blanca, que lo convierte en un vehículo delicado y costoso. “Mientras está bajo el agua esencialmente no tiene peso, no es un ariete”, contó.
EYOS Expeditions es una empresa que tiene sede en la Isla de Manm en Irlanda, y fue la encargada de organizar la expedición que causó revuelo en la prensa internacional el año pasado pero, hasta ahora, nunca se había informado del choque.
La confesión del accidente se hace en medio de una batalla judicial histórica para decidir el futuro del Titanic, más de un siglo después de que el barco se hundiera en el Atlántico Norte, y cuando la empresa RMS Titanic Inc le pedirá permiso a un juez para recuperar objetos preciosos ocultos dentro del Titanic.
Si bien la compañía invoca derechos legales para tomar esa acción, su plan se contrapone con los intereses de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), la agencia meteorológica del gobierno de Estados Unidos que tiene competencia sobre los fondos marinos.
Es que desde el martes 21 de enero del 2020 entró en vigencia un tratado internacional, suscrito en 2003 por Gran Bretaña y Estados Unidos. El acuerdo prohíbe cualquier visita no autorizada al transatlántico. El documento permite que las dos naciones conceder o rechazar licencias para entrar o sacar objetos de los restos del barco, que estaba solo protegido por la Convención de la Unesco sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.
La tragedia
En 1912, dos días después de zarpar de Inglaterra con más de 2000 personas a bordo, el Titanic chocó contra un iceberg. Más de 1.400 personas murieron cuando desapareció el barco en el Atlántico. La tragedia del Titanic fue noticia en todo el mundo y llevó al mejoramiento del sistema náutico y a la creación de la Guardia Costera.
El transatlántico, hundido durante su viaje inaugural entre la ciudad inglesa de Southampton a Nueva York, había permanecido en la oscuridad hasta el año pasado. Es que la expedición que chocó los restos es también la que consiguió fotografiarlos después de 14 años. Uno de sus hallazgos mas mediatizados fue el de la bañera del famoso capitán, Edward Smith, encontrada en le esqueleto del trasatlántico hundido.
Situado a una profundidad donde la temperatura del agua está en torno a 1 grado centígrado, el barco está indefenso ante las corrientes marinas y el ataque de las bacterias, que están acabando con algunas partes de la nave, como los camarotes del capitán.
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