El primer ministro británico, Boris Johnson, subrayó este viernes a tan solo una hora de que se haga efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) que el Brexit “no es un final sino tan solo un comienzo para Reino Unido”.
En un discurso retransmitido a través de su cuenta de Facebook, Johnson hizo un paralelismo entre la situación en el Reino Unido y una obra de teatro, donde “el telón se levanta y empieza un nuevo acto de esta, nuestra gran obra nacional”.
Así, se mostró comprensivo con aquellos que tienen esta noche un “sentimiento de ansiedad y pérdida”, pero recalcó que su deber, así como el del Gobierno británico, es el de “unir al país y llevarlo hacia delante”.
“En parte se trata de utilizar estos nuevos poderes, esta soberanía reconquistada, para hacer realidad los cambios que el pueblo ha exigido mediante el voto”, manifestó antes de referirse “al control de la migración, la creación de puertos libres, la liberación de la industria pesquera, la posibilidad de alcanzar acuerdos comerciales o, simplemente, el cumplimiento de las leyes en beneficio de los británicos”.
“Creo que esto es lo democrático y lo correcto”, dijo. Johnson lamentó así que la Unión Europea, a pesar de su “fuerza” y sus “admirables cualidades”, haya evolucionado durante los últimos 50 años en una dirección que “ya no encaja” con Reino Unido.
Con la entrada en vigor del Brexit, la Unión Europea dedicará el mes de febrero a preparar su estrategia negociadora y a fijar las líneas rojas de las capitales en un mandato cuyo borrador prevé presentar Bruselas el día 3 y que los Estados miembros perfilarán hasta adoptar la versión definitiva el día 25.
Será entonces cuando todo esté listo para arrancar las negociaciones formales con Londres, previsiblemente a partir del 1 de marzo si se cumple el calendario previsto, en el marco de una decena de mesas sectoriales que se convocarán cada tres semanas aproximadamente.
El periodo de transición pactado entre las partes da de margen hasta finales de año para sellar el nuevo acuerdo de futuro, un plazo que desde la UE han avisado que no ven factible pero ante el que Londres rechaza pedir una prórroga que permita ampliar el margen de negociación.
Los británicos tienen hasta junio para decidir si quieren alargar el tiempo de negociación o se pone fin definitivo a la transición en diciembre, independientemente de si hay o no para entonces un acuerdo de futuro.
A pesar de que el Brexit se consumará esta madrugada, las consecuencias en la práctica no se dejarán notar hasta el 31 de diciembre porque aunque Reino Unido dejará de tener voz y voto en las decisiones de la UE este sábado, seguirá sometido a las reglas comunes y al Tribunal de Justicia de la UE hasta que expire el periodo de transición.
Con información de EuropaPress
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