Un intento de las Fuerzas de Seguridad de Afganistán de alcanzar el sitio en la provincia de Ghazni donde el lunes cayó un avión militar estadounidense fue rechazado este martes por los talibanes, el grupo insurgente que controla el lugar, según reportaron autoridades afganas.
Luego de que un avión de vigilancia electrónica Bombardier E-11 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos cayera a tierra en el distrito de Deh Yak, los talibanes fueron los primeros en arribar al lugar y distribuyeron luego un video de los restos de la aeronave.
Aunque en un principio sólo hablaron de la caída del avión, los insurgentes, con fuerte presencia en la región montañosa de Ghazni, aseguraron luego haberlo derribado, aunque Estados Unidos señala que no hay al momento evidencia de esto y que todo indica que un desperfecto mecánico habría causado el accidente.
Soldados y policías afganos fueron enviados al lugar inmediatamente después de recibir los reportes, en un intento de hacerse con el control de los restos de la aeronave, diseñada para realizar vigilancia electrónica y comunicaciones avanzadas, y por lo cual portaba equipos de vigilancia de última generación y documentos valiosos.
Pero fueron emboscados por los talibanes y no lograron llegar, informó el jefe de la policía de Ghazni, Khaldi Wardak, a la agencia Reuters.
“Por lo que sabemos, hay cuatro cadáveres [dentro del avión] y dos sobrevivientes que están desaparecidos”, dijo Wardak. La información contrasta con un reporte de Fox News basado en un militar estadounidense que habló en forma anónima y habló de una tripulación de “menos de 5” y “al menos dos” dentro del E-11.
Pero lo cierto es que desde el principio los reportes contradictorioas en torno al suceso se han multiplicado y los detalles no están aún claros. Incluso, el lunes se había señalado erróneamente que el avión accidentado era uno de pasajeros pertenecientes a la aerolínea Ariana Afghan, luego desmentido.
Wardak informó también tras la emboscada recibieron la orden de retirarse del lugar, ya que fuerzas especiales aerotransportadas del ejército afgano habían sido enviadas a la zona.
Zabiullah Mujahid, portavoz de los talibanes, dijo que las fuerzas afganas, apoyadas por militares de Estados Unidos, habían intentado capturar la zona alrededor del avión y que chocaron con combatientes del grupo islámico.
En diálogo con la agencia Reuters, aseguró que el ataque había sido repelido, aunque luego agregó que los talibanes permitirían el acceso al lugar de un equipo de rescatistas, para así recuperar los cuerpos de los tripulantes.
“Los combatientes talibanes contaron seis cadáveres entre los restos del avión estadounidense", dijo, agregando que podría haber más pero que los insurgentes no estaban seguros ya que el incendio posterior a la colisión había reducido todo a cenizas.
Los Bombardier/Northrop Grumman E-11 operan con un mínimo de dos tripulantes (piloto y copiloto), y se cree que en su misión actual suelen llevar otras cuatro personas en diferentes funciones. Aunque el avión tiene capacidad de transportar hasta 19 pasajeros.
Con información de Reuters
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