Una aeronave se estrelló este lunes en el distrito de Deh Yak, en el este de Afganistán, según informaron las fuerzas de seguridad de ese país en medio de una fuerte confusión, luego de que los talibanes aseguraran que se trata de un avión militar estadounidense. Horas después, Washington confirmó el incidente, pero negó que haya sido derribado por el grupo insurgente.
“Un bombardero de EEUU E-11A se estrelló hoy en la provincia de Ghazni (...) Mientras las causas de la colisión están siendo investigadas, no hay indicios de que la colisión se debiera a fuego enemigo”, aseguró en su cuenta de Twitter el portavoz de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, Sonny Leggett. El oficial estadounidense tachó las afirmaciones talibanes de “falsas”.
“Cerca de la 1:10 PM (8:40 GMT) un avión se estrelló en el distrito Deh Yak de la provincia de Ghazni. El avión se incendió y los habitantes locales intentaban apagar el fuego. No sabemos aún si es un avión militar o civil”, indicó en un principio Aref Noori, portavoz del gobierno afgano, a la AFP.
La presencia talibana significa que el acceso de las autoridades y los rescatistas es extremadamente difícil. Al respecto, un portavoz del grupo, Zabihullah Mujahid, indicó que ellos mismos habían enviado gente a chequear la zona del incidente, señaló la agencia Reuters.
Además de la amenaza insurgente se suma la climática: la montañosa provincia de Ghazni se encuentra al pie de las montañas Hindu Kush y el invierno suele ser muy duro.
En un principio no estaba claro si la aeronave era militar o civil. Incluso se reportó que se trataba de un Boeing 737 de la Ariana Airlines, la línea aérea nacional de Afganistán, y que llevaba 83 personas a bordo. Pero la compañía lo desmintió en un comunicado, asegurando que todos sus aviones habían aterrizado a salvo y que los reportes no eran ciertos.
“Todos los vuelos de Ariana Airlines llegaron a destino con normalidad”, destacó la aerolínea en su cuenta oficial de Facebook. “La información en los medios de comunicación no es cierta”, agregó.
También el director de la empresa, Mirwais Mirzakwal, negó cualquier accidente ante una consulta de la agencia AP.
Tiempo después, los talibanes distribuyeron las primeras presuntas imágenes del avión estrellado en una zona montañosa y cubierta de nieve, en el cual se pueden ver insignias de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Mujahid, portavoz del grupo insurgente, aseguró que se trataba de una aeronave estadounidense y que “muchos” militares habían muerto, sin referirse inicialmente a la causa del incidente y ante crecientes rumores sobre un posible derribo. Aunque horas después dijo al periódico británico The Guardian que el avión había sido derribado y que “altos oficiales” de la CIA estadounidense viajaban en él.
Mientras que Tariq Ghazniwal, un periodista que suele acompañar a los talibanes, dijo a la agencia AP que estuvo en el lugar y vio dos cuerpos en el fuselaje del avión, que estaba en llamas. También aseguró que el incidente se produjo a 10 kilómetros de una base milita estadounidense, sin especificar cuál.
Beth Riordan, portavoz del Comando Central de Estados Unidos, no confirmó ni negó el hallazgo, y aseguró que su país estaba investigando el reporte inicial de una accidente aéreo en Afganistán, sin saber al momento de qué aeronave se trataba.
Mientras que la cadena Fox News citó a un oficial dentro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que habría confirmado la caída del avión y la muerte de sus cinco tripulantes. La fuente, que habló en condición de anonimato, dijo también que no había señales de que la aeronave fuera derribada por los talibanes y que se trataría entonces de un accidente.
De acuerdo a los videos surgidos en redes sociales, y presuntamente distribuido por los talibanes, se puede observar los restos de lo que parece ser un Bombardier E-11A “BACN”, una aeronave de origen civil utilizada por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para hacer vigilancia electrónica sobre Afganistán. La nave tiene la insignia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
El Battlefield Airborne Communications Node (BACN) montado en el avión se utiliza para además extender el alcances de las señales de radio y permite conectar diferentes dispositivos, como radio y teléfono.
Así, permite mejorar las comunicaciones en terrenos difíciles, como Afganistán.
Un país peligroso para volar
Los accidentes aéreos son relativamente usuales en Afganistán, tanto en el ámbito militar como en el civil. Esto se debe a las duras condiciones climáticas y al pobre estado general de los aparatos y su falta de mantenimiento, en un país pobre, escaso de recursos y arrasado por la guerra civil.
En los años anteriores al 2001, cuando los talibanes estaban en el poder, la compañía Ariana Airlines se encontraba sancionada por Estados Unidos y durante años estuvo imposibilitada para comprar nuevos aviones y repuestos.
En los últimos años las autoridades intentaron modernizarla, pero el proceso ha sido lento. Al mismo tiempo, han surgido pequeñas aerolíneas en el país, aquejada por los mismos problemas.
Además, es usual que los talibanes apunten contra aeronaves militares, especialmente helicópteros.
Al respecto, el último ataque de los insurgentes contra las fuerzas de seguridad en la provincia de Ghazni ocurrió el 19 de enero, cuando un grupo asaltó un puesto de control de la policía, reportó la cadena afgana Tolo News. Murieron 11 talibanes y un policía, de acuerdo a fuentes oficiales.
El último accidente civil de envergadura ocurrió en mayo de 2010, cuando una vieja aeronave de Pamir Airways se estrelló por el mal clima mientras cubría una ruta entre la provincia de Kunduz y Kabul, la capital. Murieron los seis tripulantes y los 38 pasajeros.
Mientras que en el plano militar el último gran desastre ocurrió en 2013, cuando un Boeing 747 de carga utilizado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos se estrelló poco después de despegar de la base aérea de Bagram, matando a sus siete tripulantes. Según la investigación oficial, el cargamento fue incorrectamente sujetado en la bodega, desestabilizando a la aeronave.
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