Las autoridades iraníes enviarán a Kiev las cajas negras del avión de pasajeros derribado accidentalmente el pasado 8 de enero en Teherán con 176 personas a bordo, según informó este sábado la agencia de noticias iraní Tasnim.
El director de investigación de Accidentes de la Organización de la Aviación Civil de Irán, Hasan Rezaifar, explicó que van a aprovechar los conocimientos de Estados Unidos, Francia y Canadá para “intentar leer (la grabación de datos de vuelo) en Kiev” y por tanto no se estudiarán en Irán.
Si los expertos no son capaces de extraer los datos en Kiev, entonces las cajas negras serán llevadas a Francia, ha explicado Rezaifar. “A petición de las autoridades ucranianas, las cajas negras del avión ucraniano derribado no serán examinadas en Irán, sino trasladas a Ucrania para ser analizadas”, ha indicado.
Este anuncio se produce después de que el viernes el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, instara a Irán a colaborar con Francia por su capacidad en cuestión de grabaciones de datos de vuelo y de cabina. Un total de 57 canadienses murieron en el avión.
Además, el Gobierno canadiense demandó ayer a las autoridades iraníes que indemnicen a las familias de las 176 víctimas del siniestro, al tiempo que Trudeau anunció que dará 25.000 dólares a las familias de cada uno de los canadienses muertos.
“Como primer paso, el Gobierno dará a las familias de las víctimas que son ciudadanos de Canadá o residentes permanentes 25.000 dólares”, ha dicho, agregando que con la medida se busca “ayudar en sus necesidades inmediatas, como los funerales y viajes”. Así, ha señalado que “se trata de una situación única y sin precedentes debido a las sanciones internacionales impuestas sobre Irán y las dificultades que ello supone para estas familias”.
Después el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Vadim Pirstaiko, y su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, abordaron la cuestión de la repatriación de los cuerpos, la investigación conjunta del incidente y “en particular del acceso a las cajas negras”, según Pristaiko.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, propuso el martes la creación de un “tribunal especial” para examinar el suceso, asumiendo que “no es un caso normal” y que “todo el mundo está observando” para ver cómo resuelve la República Islámica las investigaciones.
“Inmediatamente después de que fuera consciente de que se había cometido un error muy doloroso e imperdonable, ordené a los funcionarios que informara al público”, dijo, antes de recalcar que “es un incidente enormemente amargo, extremadamente difícil de aceptar para la gente”.
El 8 de enero un avión Boeing 737 de Ukraine International Airlines se estrelló poco después de despegar del aeropuerto internacional Imán Khomeini. En un primer momento, las autoridades de la República Islámica aseguraron que la aeronave había sufrido un accidente pero el 11 de enero reconocieron que había sido derribada por un misil lanzado por un error humano por la Guardia Revolucionaria iraní.
En la tragedia murieron 82 iraníes, 57 canadienses y 29 canadienses y once ucranianos (dos pasajeros y nueve tripulantes), entre otras nacionalidades.
Esta catástrofe coincidió con un aumento de las tensiones entre Teherán y Washington tras el asesinato en un bombardeo estadounidense del general iraní Qasem Soleimaní y el posterior ataque de Irán a una base en Irak con tropas norteamericanas.
El derribo ha causado una gran indignación entre la población iraní, que protagonizó durante varios días protestas limitadas contra el sistema islámico.
Con información de EuropaPress y EFE
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