Científicos que analizan el impacto del brote de neumonía a raíz de un misterioso virus en China temen que el número de casos sea mucho mayor que el registrado, mientras se adoptan medidas en el extranjero para evitar la propagación de la enfermedad.
El sábado se identificaron cuatro casos adicionales que elevaron el número total a por lo menos 45 pacientes infectados en Wuhan, informó la comisión municipal de higiene y salud pública de esta ciudad del centro de china.
Hasta ahora, todos los casos registrados en China ocurrieron en esta ciudad, a partir de diciembre.
Pero el virus probablemente ha infectado a cientos de personas más que la cifra oficial, según los científicos del centro de investigación en el Imperial College de Londres, que asesora a instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estos especialistas apuntaron en un estudio que 1.723 personas infectadas es una cifra mucho más probable que las 45 anunciadas hasta ahora.
El informe tiene en cuenta toda la información disponible hasta el 12 de enero.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron la cantidad de casos detectados hasta ahora fuera de China -dos en Tailandia y uno en Japón- para deducir la cantidad de personas probablemente infectadas en Wuhan, según datos de vuelos internacionales que salen de esa ciudad.
“Para que Wuhan exporte tres casos a otros países, debe haber muchos más casos que los anunciados”, dijo a la BBC el profesor Neil Ferguson, uno de los autores del estudio.
“Estoy mucho más preocupado que hace una semana”, agregó.
Este cuadro alimenta temores de un resurgimiento de un virus de tipo similar al SARS, altamente contagioso y que provocó la muerte de unas 650 personas en China continental y Hong Kong en 2002-2003.
En este caso, se trata de un nuevo tipo de coronavirus, una familia con una gran cantidad de virus.
Este virus puede causar enfermedades leves en humanos, con síntomas similares a los de un simple resfrío, pero también otras más graves como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS).
La investigación de las autoridades chinas descubrió que varios de los pacientes hospitalizados trabajaban en un mercado de Wuhan especializado en la venta al por mayor de mariscos y pescado.
La preocupación ya es perceptible fuera de China.
Estados Unidos, por ejemplo, anunció que a partir del viernes comenzará a filtrar vuelos desde Wuhan al aeropuerto de San Francisco y al aeropuerto JFK, de Nueva York -que reciben vuelos directos-, así como de Los Ángeles, donde hay muchas conexiones aéreas.
Los pasajeros serán examinados por equipos médicos pero no serán sometidos sistemáticamente a una muestra.
Tailandia, donde se han identificado dos casos, ya ha intensificado los controles en sus aeropuertos en el período previo a las festividades del Año Nuevo Lunar (25 de enero), un período que genera preocupaciones sobre la posible propagación del virus.
En esta fecha, cientos de millones de chinos toman autobuses, trenes y aviones para pasar las vacaciones con sus familias.
Pero muchos también se van de vacaciones al sudeste asiático.
Las autoridades de Hong Kong ya han reforzado sus medidas de control en las fronteras del territorio autónomo, en particular con detectores de temperatura corporal.
El brote provoca una creciente preocupación después de la muerte en China de un segundo paciente, un hombre de 69 años, que enfermó el 31 de diciembre y cuya salud se había agravado cinco días más tarde.
No obstante, las autoridades locales aseguraron a la población que el riesgo de una transmisión del virus entre humanos “no está excluido” pero es considerado “muy bajo”.
Por ahora, los viajes internos en China no son objeto de ninguna restricción sanitaria, pero el tema es constantemente debatido en Weibo, la más importante red social china.
“Este virus es increíble: puede irse al extranjero pero permanecer confinado” a Wuhan, bromeó un usuario de esa red surfista algunos sospechaban que las autoridades minimizaban la gravedad de la situación.
Con información de AFP
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