Mientras el mundo sigue con extrema preocupación los devastadores incendios en Australia, este miércoles el Foro Económico Mundial, con el apoyo de la firma Marsh & McLennan, publicó el Informe Global de Riesgos 2020, haciendo especial énfasis en los efectos de la crisis climática como el mayor riesgo global no sólo para este año sino para esta década.
El estudio, que fue presentado en el Reino Unido y será debatido en la cumbre anual del FEM en Davos (Suiza) del 21 al 24 de enero, contiene una encuesta realizada a 750 expertos sobre su percepción de las principales amenazas al planeta. Por primera vez, los cinco riesgos predominantes, de un total de diez, están relaciones con el cambio climático.
Estos son: clima extremo que cause daños a la propiedad y a las personas; falta de preparación de los Gobiernos para mitigar y adaptarse a estos cambios; daños al medio ambiente causados por humanos; colapso de ecosistemas y pérdida de biodiversidad y más catástrofes naturales, como terremotos o inundaciones.
Un 78,5% de los encuestados cree que, en 2020, aumentará el riesgo de confrontaciones económicas; un 78,4% opina que se incrementará la polarización política en los países; un 77,1% prevé olas de calor extremas; un 76,2% ve probable la destrucción de ecosistemas y recursos naturales, mientras que el 76,1% predice ciberataques a infraestructuras.
“El informe de este año destaca las principales conexiones en el panorama de riesgos. Las crecientes confrontaciones, tanto entre países como internas, así como un mayor sentido de urgencia y emergencia en torno a algunos problemas globales críticos”, señaló John Drzik, presidente de Marsh & McLennan Insights.
“Las graves amenazas a nuestro clima representan la suma de los principales riesgos a largo plazo del Informe de Riesgos Globales, mientras que las ‘confrontaciones económicas’ y la ‘polarización política interna’ son reconocidos como riesgos importantes a corto plazo en 2020. El reporte advierte que la turbulencia geopolítica y el retroceso del multilateralismo amenazan la capacidad de todos para hacer frente a los riesgos globales compartidos y fundamentales”, señaló el Foro Económico.
Y advirtió: “Si no se atiende de manera urgente la reparación de las divisiones sociales y se impulsa un crecimiento económico sostenible, los líderes serán incapaces de abordar amenazas de manera sistemática, como las crisis climáticas o de biodiversidad”.
“El panorama político está polarizado, el nivel del mar está subiendo y los incendios forestales por el cambio climático están ardiendo. Éste es el año en que los líderes mundiales deben trabajar con todos los sectores de la sociedad para restaurar y revitalizar nuestros sistemas de cooperación, no solo para obtener beneficios a corto plazo, sino para hacer frente a nuestros riesgos de fondo”, indicó Borge Brende, presidente del Foro Económico Mundial.
El informe sostiene que para hacer frente a estos desafíos que se avecinan “es necesario un enfoque sistémico”. El informe de este año, el número 15, se centra explícitamente en el impacto de la creciente desigualdad, la brecha tecnológica y los sistemas de salud bajo presión.
Asimismo, destaca que las generaciones más jóvenes son las que ven más alarmante la situación del planeta. Los nacidos después de 1980 calificaron los riesgos ambientales más alto que otros encuestados, a corto y largo plazo. Casi el 90% de estos encuestados creen que las “olas de calor extremo”, la “destrucción de los ecosistemas” y la “salud impactada por la contaminación” se agravarán en 2020; en comparación con el 77%, 76% y 67% respectivamente para otras generaciones.
Peter Giger, Director de Riesgos de Zurich Insurance Group, hizo especial hincapié en la necesidad de adaptarse cuanto antes a estos nuevos cambios para evitar los más graves e irreversibles impactos del cambio climático: “Los ecosistemas biológicamente diversos capturan grandes cantidades de carbono y proporcionan beneficios económicos masivos que se estiman en 33 billones de dólares al año, el equivalente al PBI de los EE.UU. y China juntos. Es fundamental que las compañías y los responsables de formular políticas se apresuren a hacer la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y modelos de negocio más sostenibles. Ya estamos viendo compañías destruidas por no alinear sus estrategias a los cambios en las políticas y las preferencias de los clientes. Los riesgos de la transición son reales y todos deben desempeñar su función para mitigarlos. No es sólo un imperativo económico, es simplemente lo correcto”.
Según cifras del informe, la actividad humana ya ha causado la pérdida del 83% de todos los mamíferos silvestres y la mitad de las plantas, vitales para nuestros sistemas alimentarios y de salud.
La empresas deben encarar la crisis climática para sobrevivir
Drzik afirmó que las compañías de todo el mundo deben “confrontar los riesgos y aprovechar las oportunidades” de la crisis climática para ser sostenibles a largo plazo. Apuntó, además, que deben “adaptarse a los efectos” del cambio climático en la agricultura, infraestructuras o las líneas de suministro y también contribuir a combatirlos, por ejemplo con la reducción de emisiones, dependiendo del sector, o con inversiones “verdes”.
El experto en riesgos, que ha contribuido al estudio, avisó que las empresas recibirán “cada vez más presión de los consumidores y los inversores para actuar”: “Las prioridades ecologistas están subiendo en la agenda política, así como el activismo verde. El coste de la transición es elevado, pero más lo será no hacer nada”.
Giger, por su parte, apostilló que “las firmas que quieran sobrevivir a largo plazo deben asumir su responsabilidad ante sus empleados y la sociedad”.
Según estos analistas, las empresas deben revisar sus modelos de negocio, hacerse resistentes ante el cambio climático, escuchar a sus inversores y adaptarse a “las nuevas preferencias” de los consumidores.
En contrapartida, contarán con nuevas oportunidades, como mercados energéticos o alimentarios en expansión o productos financieros y de seguros que puedan satisfacer las nuevas necesidades.
Preguntado por la prensa si el Foro de Davos no demostraba hipocresía al reunir a empresarios millonarios que a menudo vuelan en aviones privados, el director general, Adrian Monck, aseguró que “la mayoría de asistentes llegará en tren” y se han dispuesto otras medidas que “garantizan la sostenibilidad de la cumbre”. “No habría nada peor que una organización que identificara un riesgo y luego no hiciera nada al respecto”.
El informe completo: