El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Geng Shuang, reivindicó este lunes la soberanía de China a la hora de impedir la entrada en Hong Kong del director ejecutivo de la ONG Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth, y ha asegurado que la decisión, que considera “justa y razonable”, fue tomada debido al apoyo dado a las protestas.
Geng, que ha acusado a las ONG de “instigar a los manifestantes a llevar a cabo violentos delitos”, aseguró que este tipo de organizaciones tienen una “gran responsabilidad” por el caos vivido en Hong Kong durante los últimos siete meses de protestas y disturbios.
“Estas organizaciones merecen sanciones y deben pagar por lo que ha pasado”, ha manifestado antes de recalcar que Pekín está en todo su derecho de elegir a qué individuos deja entrar o no en su país.
“Quiero hacer hincapié en la gran cantidad de pruebas que muestran que estas ONG apoyan a los manifestantes anti-China en Hong Kong”, ha sostenido Geng antes de afirmar que HRW “ha impulsado el secesionismo en Hong Kong”.
En este sentido, Geng indicó que las autoridades de Hong Kong siempre actúan de acuerdo con lo que establece la ley, según informó el diario patrocinado por el gobierno, Global Times. Para el portavoz del Ministerio de Exteriores la decisión es “justa” dado que la presencia de Roth impulsaría las protestas y “no ayudarían a restaurar el orden social”.
“Creo que la decisión ha sido tomada teniendo en cuenta la actual situación que atraviesa Hong Kong, ahora que la ciudad se está recuperando del caos. El informe que hará la organización criticará al Gobierno y la Policía hongkoneses, lo que enviará una señal equívoca y dará a los manifestantes otra excusa para salir a la calle a cometer actos radicales”, ha aseverado el presidente de la Asociación de Agentes de Policía Junior, Joe Chan Cho Kwong.
“Teniendo en cuenta la necesidad de mantener la seguridad es muy razonable prohibirle la entrada”, concluyó.
El director ejecutivo de HRW, que es ciudadano estadounidense, fue informado el domingo de que no se le permitía la entrada en Hong Kong después de aterrizar en el aeropuerto internacional de la antigua colonia británica.
El informe de HRW
Roth tenía previsto presentar en la ciudad el Informe Anual 2020 de HRW, que denuncia, entre otras cuestiones, el asalto a los Derechos Humanos en Hong Kong por parte de las autoridades regionales y del Gobierno de Beijing. Las autoridades hongkonesas le negaron la entrada a Roth sin darle motivos para justificar ese rechazo.
Human Rights Watch tiene previsto publicar su Informe Anual de 2020, de 652 páginas de extensión, en una rueda de prensa este miércoles. En el documento, que cumple su trigésima edición este año, la ONG analiza la situación en cerca de 100 países.
En la introducción escrita por Roth, que cada año pone de manifiesto los principales temas de Derechos Humanos, el director de la ONG denuncia que el Gobierno chino está llevando a cabo un ataque intensivo contra el sistema global de protección de los Derechos Humanos. Tras la negativa de Hong Kong a dejarle entrar, Roth tiene previsto difundir el documento en una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York el 14 de enero.
HRW ha explicado que su director ejecutivo ha visitado Hong Kong en anteriores ocasiones, incluida una en abril de 2018 en la que acudió para presentar un informe de la ONG sobre la discriminación de género en el mercado laboral chino.
En diciembre de 2019, un responsable del Ministerio chino de Asuntos Exteriores amenazó con imponer “sanciones” contra HRW y varias organizaciones prodemocracia con sede en Estados Unidos, sin que el Gobierno de Beijing ni las autoridades de Hong Kong hayan vuelto a dar más detalles sobre sus planes.
La crisis de Hong Kong
La región se ha visto sumido en una grave crisis desde que estallaron las protestas el pasado mes de junio contra un polémico proyecto de ley de extradición a la China continental.
La jefa de Gobierno de la región, Carrie Lam, acabó retirando definitivamente el proyecto de ley pero las protestas continuaron con demandas mayores, incluido el sufragio universal.
Desde entonces, se han producido más de 6.000 detenciones, y cerca de 1.000 personas han sido imputadas. Los manifestantes progubernamentales han acusado a los tribunales de no hacer lo suficiente para contribuir a frenar la ola de disturbios.
Por su parte, los manifestantes prodemocracia protestan, además, por lo que consideran como una creciente interferencia de Beijing en Hong Kong, que volvió al dominio chino en 1997. China niega la intromisión y ha acusado a gobiernos extranjeros, entre ellos Estados Unidos y Reino Unido, de provocar la situación.
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