El presidente de Irán, Hassan Rohani, aseguró este martes que se debe “castigar” a todos los responsables de la catástrofe del vuelo 752 de Ukraine Airlines, derribado por error por un misil iraní el 8 de enero cerca de Teherán.
Aun sin mencionarla directamente, con esta declaración el mandatario hizo público su malestar con la Guardia Revolucionaria. No es una pelea nueva en la lucha por el poder dentro del régimen. Los integrantes del cuerpo de élite dentro de las Fuerzas Armadas iraníes creado para defender a la Revolución Islámica y con un perfil ideológico reconocieron haber sido quienes operaban el sistema antiaéreo.
“Para nuestro pueblo es muy importante que cualquier persona que haya tenido culpa o haya sido negligente en este asunto” sea llevado ante la justicia, dijo Rohani en un discurso retransmitido por la televisión. “Todos los que deban ser castigados lo serán”, insistió, recordando que “no se puede culpar a un solo individuo” y que el culpable no es solo “la persona que presionó el botón y disparó el misil”, sino que “hay otros”.
Los 176 pasajeros y miembros de la tripulación del avión fallecieron el 8 de enero luego de que un misil antiaéreo Tor-M1 impactara con la aeronave poco después de que despegara de Teherán.
A su vez, el hecho ocurrió el mismo día en el que la Guardia Revolucionaria lanzaba un ataque con misiles contra una base iraquí que alberga personal estadounidense, en represalia por la muerte de unos de sus generales, Qassem Soleimani, días atrás en un operativo de Estados Unidos.
“El sistema judicial debe formar un tribunal especial con magistrados de alto rango y decenas de expertos (...) El mundo entero nos está mirando”, dijo Rohani.
El régimen de Irán negó en un principio la hipótesis de que el avión de Ukraine International Airlines hubiera sido alcanzado por un misil y deslizó en cambio la teoría de un desperfecto técnico como principal causa. Pero luego de que el gobierno de Canadá aportara evidencias sobre el derribo, finalmente la misma Guardia Revolucionaria aceptó el sábado su responsabilidad en este drama y aseguró que se trató de un “error humano”.
Entre las víctimas del siniestro había muchas personas con doble ciudadanía iraní y canadiense. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, aseguró el lunes que “se hará justicia” y todos los países afectados por este drama presionan a Irán para que realice una investigación transparente.
Además, los iraníes salieron a las calles el lunes, por tercer día consecutivo, para protestar contra las autoridades por su forma de haber gestionado este incidente.
Aunque la muerte de Soleimani, un temido general que dirigía las operaciones de Irán en el extranjero, había parecido traer unidad entre los iraníes en rechazo del ataque estadounidense, el trágico derribo accidental del avión de pasajeros reavivó las divisiones y puso una vez más en cuestionamiento el rol de la Guardia Revolucionaria, poderosa y temida institución con un alto perfil político y cercanía con el líder supremo Ali Khamenei, que también estuvo involucrada en la brutal represión (unos 1.500 manifestantes muertos) de las protestas que tuvieron lugar en Irán a fines de 2019 por las duras condiciones de vida.
Al respecto Rohani, un clérigo moderado que llegó al poder en 2013 con esperanzas de reforma y apertura, ha mantenido siempre una tensa relación con la Guardia Revolucionaria, al igual que las Fuerzas Armadas convencionales de Irán, que compiten con la institución por recursos, reclutas y responsabilidades.
Con información de AFP y EFE
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