El gobierno canadiense aún no ha decidido si asumirá los costos de seguridad asociados con la decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de dividir su tiempo entre Canadá y el Reino Unido, según el primer ministro Justin Trudeau.
“Creo que eso es parte de la reflexión que ... se necesita tener, y hay discusiones en curso”, dijo Trudeau en una entrevista con el canal de televisión canadiense Global. “No estamos completamente seguros de cuáles serán las decisiones finales, dónde están las disposiciones y esas son decisiones para ellos”, dijo.
Harry y Meghan tomaron desprevenido al mundo la semana pasada cuando anunciaron su intención de retirarse de los deberes reales de primera línea.
Según Trudeau, los canadienses son “muy partidarios” de que la pareja real viva en Canadá, pero todavía hay “muchas discusiones para tener”.
“No hemos pasado mucho tiempo pensando en este tema”, dijo el ministro de finanzas canadiense, Bill Morneau, quien fue entrevistado el lunes sobre informes de la prensa británica de que Trudeau había asegurado a la reina Isabel II que Canadá cubriría los costos de seguridad para Harry y Meghan.
“Obviamente, siempre estamos buscando asegurarnos de que, como miembros de la Commonwealth, desempeñemos un papel”, dijo Morneau.
La prensa británica había informado que Canadá aportaría $650,000 dólares por año.
Los medios canadienses han estimado que proteger a la pareja y a su bebé Archie costaría alrededor de $1.3 millones de dolares por año. Los contribuyentes canadienses han contribuido tradicionalmente a los costos de seguridad cuando los miembros de la Familia Real visitan el país.
El príncipe Harry y Meghan, formalmente conocidos como el duque y la duquesa de Sussex, han dicho que su plan oficial es continuar “apoyando completamente” a la reina y honrar sus deberes ante la Commonwealth y sus patrocinios.
Pero quieren hacer de 2020 un año de transición para forjar su nuevo rol y lanzar su nueva entidad caritativa Sussex Royal y buscar aumentar sus propias fuentes de ingresos.
El lunes, la reina Isabel II permitió que su nieto Harry y Meghan dividieran su tiempo entre Canadá y Gran Bretaña.
Pero ella admitió francamente que la decisión de la pareja no era una buena noticia.
(Con información de AFP)
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