El bombardeo iraní sobre dos bases estadounidenses sorprendió a los residentes de Irak, algunos de los cuales llegaron a afirmar que no sabían de la existencia de la sede norteamericana en su propio vecindario.
Irán lanzó 22 misiles balísticos durante la noche contra dos bases militares iraquíes como respuesta a la muerte del general iraní Qasem Soleimani, en un operativo estadounidense también en Irak, la pasada semana.
Los habitantes de la ciudad de Duhok, en el norte del país, informaron de que oyeron un fuerte ruido durante la noche del miércoles por la mañana cuando cayeron los misiles y se vio que las casas y las tiendas habían sufrido algunos daños tras los ataques.
“A las 2 de la mañana escuchamos un sonido muy fuerte, cuando salimos y vimos las ventanas rotas, nosotros y nuestros hijos estábamos aterrorizados”, comentó una mujer de la zona.
“No sabíamos que había una base norteamericana cerca. No sabemos por qué nos atacaron”, agregó.
Por el momento, se desconoce el saldo de posibles víctimas del ataque. La propaganda iraní afirmó que dejó decenas de muertos estadounidenses, pero el Pentágono no confirmó la cifra y Donald Trump adelantó la noche del martes que “todo estaba bien”.
"No estamos buscando una escalada o la guerra", dijo por su parte el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, explicando que las represalias de la noche del martes al miércoles fueron "proporcionadas" y se daban por "terminadas".
Pero para el especialista de los grupos chiitas armados, Phillip Smyth, “el lanzamiento de misiles balísticos desde Irán contra objetivos estadounidenses representa el inicio de una nueva fase”. Irán “ha enviado una respuesta pública contundente para mandar una señal”, afirma. El paso siguiente podría dejarse en manos de “agentes iraníes”, es decir, las numerosas facciones armadas proiraníes en Irak, Líbano, Siria o en otros lugares.
(Con información de Reuters y AFP)
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