El papa Francisco bromeó este miércoles con una monja al pedirle que no lo mordiera, en una referencia al manotazo que dio irritado la semana pasada a una mujer que lo jalaba con fuerza durante la noche vieja en la plaza de San Pedro.
“Te daré un beso, pero tú tranquila. ¡No me muerdas!”, le dijo divertido mientras saludaba y daba la bendición a los fieles que asistían a una audiencia en la sala Pablo VI del Vaticano.
La religiosa africana, que acaba de gritar “¡Viva el papa!”, recibió el beso del papa, mientras que las personas que la rodeaban vitoreaban al sumo pontífice.
La reacción divertida del papa contrasta con la del 31 de diciembre, que lo obligó al día siguiente a pedir disculpas públicas durante el Ángelus por “haber perdido la paciencia” y “dar mal ejemplo”.
Las imágenes del manotazo papal dieron la vuelta al mundo y abrieron un debate también sobre los peligros que corre el pontífice durante los actos multitudinarios.
Francisco, quien desde que llegó al trono de Pedro en 2013 decidió romper el protocolo y las medidas de seguridad, ama el contacto con la gente, saludar y besar a los feligreses que se agolpan para verlo.
En estos siete años se ha tomado selfies con miles y miles de fieles y hasta suele aceptar beber mate que le ofrecen sudamericanos.
Con información de AFP
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