La base Al Assad, una de las instalaciones con tropas de EEUU en Irak atacadas este martes por el régimen iraní, fue utilizada por las fuerzas estadounidenses por primera vez después de la invasión de 2003 en la que fue derrocado el dictador Saddam Hussein, y posteriormente volvieron allí para combatir al grupo Estado Islámico en Irak y Siria. Hay unos 1.500 efectivos de la coalición estadounidense estacionados ahí.
La base es la mayor de las bases militares de EEUU en el occidente del país, ubicada en la provincia iraquí de Anbar, a unos 180 kilómetros al oeste de Bagdad.
El 26 de diciembre de 2018, el presidente Donald Trump y su esposa Melania visitaron a los soldados alojados en la base. El 23 de noviembre de 2019, el vicepresidente Mike Pence y su esposa Karen visitaron a las tropas antes del Día de Acción de Gracias.
La base fue construida entre 1981 y 1987 y hasta la invasión de Irak en 2003, la base albergaba tres unidades de la Fuerza Aérea Iraquí, que volaban los MiG-25 y MiG-21. Fue abandonada poco después del inicio de la invasión. Inicialmente se conocía como Base Qadisiyah, y finalmente se renombró Base Aérea Al Asad , que significa “El León” en árabe.
En 2004 Al Asad se convirtió en la mayor base estadounidense en el oeste de Irak. Durante la guerra fue un importante centro de convoyes, que albergaba cientos de camiones de combustible y suministros. Además era un destino común para celebridades y políticos que visitaban tropas estadounidenses en Irak, como Chuck Norris y Toby Keith
Cuando los marines se retiraron de Irak, Al Asad siguió siendo una de las últimas bases ocupadas por los estadounidenses en Al Anbar. El último personal civil fue trasladado por aire desde Al Asad el 16 de diciembre de 2011, y la base cerró oficialmente el 31 de diciembre de 2011. En 2014 regresó un grupo de las fuerzas especiales de la Marina para luchar contra el Estado Islámico en apoyo a las fuerzas iraquíes.
Este martes, la base fue atacada por misiles misiles tierra-tierra iraníes, en un operativo que se le llamó “Mártir Soleimani”, según la televisora iraní.
La televisión estatal de señaló que el ataque fue en venganza por la muerte del general de la Guardia Revolucionaria Qassem Soleimani, cuyo funeral el martes dio pie a llamados a vengar su muerte, la cual aumentó drásticamente las tensiones en Medio Oriente. Agregó que la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, que controla el programa de misiles de Irán, lanzó el ataque.
Estados Unidos también reconoció otro ataque con misiles contra una base en Irbil, en la región kurda de Irak, aunque Irán sólo ha reconocido haber atacado una base. De momento no había reportes sobre víctimas.
Alrededor de 70 soldados noruegos se encontraban en la base aérea, pero no se había reportado algún herido, comentó Brynjar Stordal, portavoz de las Fuerzas Armadas de Noruega, a The Associated Press durante una entrevista telefónica.
Posteriormente, la Guardia Revolucionaria de Irán le advirtió a Estados Unidos y a sus aliados regionales que no tomen represalias por el ataque con misiles contra la base aérea Ain Assad, según un comunicado difundido por la agencia noticiosa estatal IRNA.
“Les estamos advirtiendo a todos los aliados estadounidenses, que le dieron sus bases a su ejército terrorista, que cualquier territorio que sea el punto de inicio de actos agresivos contra Irán será atacado”, afirmó la Guardia Revolucionaria, que también amenazó a Israel.
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