El ex magnate de la industria automovilística Carlos Ghosn no será extraditado si llega a Francia, afirmó el jueves la secretaria de Estado francesa de Economía, Agnès Pannier-Runacher.
“Si el señor Ghosn viene a Francia, no extraditaremos al señor Ghosn, porque Francia nunca extradita a sus nacionales”, dijo Pannier-Runacher al canal BFMTV. El expresidente ejecutivo de Renault y Nissan huyó el lunes desde Japón, donde se hallaba baja arresto domiciliario, hasta Líbano.
De todas formas, el gobierno francés considera que Ghosn, que posee triple nacionalidad libanesa, francesa y brasileña, “no debería haberse escapado del sistema de justicia japonés”. “Nadie está por encima de la ley”, dijo la ministra.
Ghosn también fue el director general del fabricante de automóviles Renault antes de ser expulsado tras su arresto en Japón en noviembre, donde está acusado de malversación financiera.
También está siendo investigado en Francia, pero todavía no le han acusado de ningún delito.
Procesos en Japón y Turquía
La policía japonesa allanó este jueves el domicilio de Carlos Ghosn en Tokio mientras en Turquía las autoridades detuvieron a varias personas para elucidar las circunstancias de la huida a Líbano, vía Estambul, del exmagnate del automóvil.
Las televisiones japonesas mostraron este jueves imágenes de los inspectores entrando en la casa de Tokio donde cumplía su arresto domiciliario, buscando pistas sobre el escape.
Por su parte, según la agencia de prensa DHA, la policía turca detuvo a siete personas, entre ellas cuatro pilotos, sospechosas de haberle ayudado a viajar a Líbano desde un aeropuerto de Estambul, donde aterrizó procedente de Japón.
Ghosn llegó el lunes a Beirut, desde donde publicó un comunicado de prensa. Su equipo de comunicación confirmó a la AFP que en los próximos días dará una rueda de prensa.
El ex magnate fue detenido en Tokio en noviembre de 2018, acusado de malversación financiera, y tenía que ser juzgado en Japón a partir de abril de 2020. Tras pasar un total de 130 días en prisión estaba en arresto domiciliario. El que llegó a ser el presidente ejecutivo mejor pagado de Japón se enfrenta a cuatro cargos en este país: dos por ingresos diferidos no declarados a las autoridades bursátiles por Nissan y otros dos por abuso de confianza agravado.
Las circunstancias de su huida todavía son muy confusas. Según fuentes de la investigación citadas por la prensa japonesa, los inspectores de la fiscalía de Tokio están examinando las imágenes de las cámaras de seguridad en la entrada de su domicilio y en el barrio donde vivía.
(Con información de AFP)
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