Tiumén, el primer asentamiento que Rusia fundó en Siberia, en 1586, es famosa por sus esculturas de hielo que cada diciembre, para las fiestas de Navidad y Año Nuevo, llegan al Boulevard Tsvetnoi para adornarlo durante todo el invierno boreal. Cambian el paisaje tan radicalmente que hasta los políticos opositores las toman en cuenta a la hora de planificar sus protestas, como hizo Alexei Navlny en una ocasión. “Íbamos a hacer una procesión por el Boulevard Tsvetnoi y un acto en la Plaza de la Unidad, pero hay esculturas y toboganes de hielo, y un árbol decorado de 28 metros, así que vamos a hacerlo en el Parque Zarechny”, dijo el activista.
Pero este año el “pueblo de hielo”, como se llama el espectáculo, incluyó una sorpresa, según reveló el sitio 72.ru: la decoración accidental de peces muertos dentro de los bloques helados.
El paisajista a cargo, Kamil Kalimullin, explicó: “El hielo que se usa en el complejo se genera de manera natural, y los peces congelados, que suelen presentarse en esas condiciones, en los lagos, no resultaron inmediatamente visibles en el momento de cortar los bloques. Pero al comenzar a esculpirlos se dejaron ver”.
Y las imágenes se filtraron en las redes sociales antes de que el contratista lograra pulir el pueblo de hielo para que los peces muertos quedaran fuera. “Parece un acuario helado”, comentó un usuario de VK, el Facebook ruso.
El municipio de Tiumén dijo en un comunicado de prensa que se exigió hielo “de mejor calidad” y “sin defectos” para completar las esculturas. Por fin Kalimullin logró inaugurar obras impolutas, pero tuvieron menos repercusión social que las que llevaban peces congelados.
En 2014, según el sitio Meduza, algo similar podría haber ocurrido en la ciudad de Kirov, que hace sus paisajes festivos con hielo de Tiumén, pero en esa ocasión se decidió hacer virtud de la necesidad y se creó un enorme laberinto helado con peces congelados dentro de los ladrillos que conformaron las paredes.
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