La Comisión de Derechos Humanos de la ONU ha solicitado este viernes a las autoridades del Gobierno de Irán que liberen a todas aquellas personas detenidas durante las recientes protestas celebradas en varias ciudades del país, al mismo tiempo que ha mostrado su preocupación por las numerosas denuncias acerca de las supuestas torturas que habrían sufrido algunos manifestantes, así como por las cientos de muertes que se han producido en las últimas fechas por el “uso excesivo de la fuerza”.
“Estamos conmocionados por los informes de malos tratos a las personas detenidas durante las protestas que tuvieron lugar en noviembre de 2019, y nos inquieta profundamente que el uso de la fuerza por parte de las autoridades iraníes hayan provocado un número innumerable de víctimas, incluidas muertes”, han expresado desde la ONU.
“Los informes sugieren que los detenidos están siendo torturados o sufren otras formas de malos tratos, a veces para obtener confesiones forzadas”, han insistido desde la Comisión de Derechos Humanos, quienes temen que los detenidos no puedan tener acceso a un juicio justo.
Se estima que unas 200.000 personas han participado en las protestas que comenzaron en noviembre cuando el Gobierno anunció una nueva medida en relación a las subvenciones al combustible. Desde entonces, la frustración ha ido en aumento en un país donde los productos básicos se han encarecido, en parte por las sanciones que Estados Unidos ha decidido reactivar contra Teherán tras abandonar el pacto nuclear en 2018.
Las fuentes oficiales hablan de unos 7.000 detenidos. Por su parte, las cifras que la ONU baraja en torno al número de víctimas por la supuesta represión de las fuerzas de seguridad iraníes están entre 300 y 400 muertes, incluidas las de 12 menores de edad.
“Los informes y las imágenes indican que las fuerzas de seguridad iraníes no solo dispararon munición real contra los manifestantes desarmados, sino que también apuntaron a sus cabezas y órganos vitales”, han denunciado los relatores por los Derechos Humanos.
De igual forma, también han alertado de la supuesta falta de libertad de expresión que actualmente sufren los ciudadanos de Irán. Lo más inquietante, han denunciado, “es que las familias de las víctimas han sido supuestamente amenazadas para permanecer en silencio”, al igual, han añadido, que los periodistas y sus familias.
El Gobierno de Irán bloqueó temporalmente Internet durante las protestas para impedir la difusión de imágenes de las manifestaciones y, desde entonces, las restricciones se han ido levantando progresivamente.
Por su parte, las autoridades iraníes, que si bien nunca han negado que con motivo de las protestas y manifestaciones se han producido muertes, han calificado de “mentiras” e “invenciones” las cifras que organismo internacionales como la ONU o Amnistía Internacional han ido publicando de manera periódica desde que empezaron las movilizaciones en Irán.
Con información de Europa Press
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