El segundo portaaviones en la marina del Ejército Popular de China entró en servicio este martes tras concluir un largo período de pruebas, informó el periódico estatal chino Global Times.
Bautizado como Shandong, se trata del primer portaaviones construido íntegramente en el país y se sumará al Liaoning, originalmente fabricado en Ucrania y entrado en servicio en 2012.
La construcción del buque, diseñado en base al mismo Liaoning, fue iniciada en 2013 en los astilleros de Dalian y el casco finalmente fue lanzado en abril de 2017 con el nombre operativo de Tipo 001A. Desde entonces ha estado siendo acondicionado para el servicio y en mayo de 2018 comenzó a salir al mar para realizar pruebas, que este año lo llevaron incluso a navegar el estrecho de Taiwán.
El período de pruebas concluyó formalmente este martes con una ceremonia en la base naval de Sanya, en el Mar de China Meridional, a la que asistió el presidente chino Xi Jinping. De ahora en más, el portaaviones comenzará a operar en la marina china, junto al Liaoning.
“Su entrada en servicio marca el ingreso de China a la era de los dos portaaviones, un logro que sólo unos pocos países en el mundo han concretado y que enriquece las opciones tácticas y estratégicas de la marina en cuestiones de tiempo, espacio y poder”, indicó el Global Times, vinculado al Partido Comunista de China.
Históricamente vistos como un símbolo de poder y un eficaz medio de proyección de influencia, pocos países en el mundo tienen la capacidad de mantener estas inmensas ciudades flotantes.
La marina de Estados Unidos es la líder indiscutida en esta área, contando con 11 portaaviones, 10 de la clase Nimitz y uno de la clase Gerald R. Ford, en su arsenal. Estas naves son, además, las más capaces del mundo, con desplazamientos cercanos a las 100.000 toneladas, dotadas de propulsión nuclear y capacidad para albergar unas 90 aeronaves.
El Reino Unido e Italia siguen en la lista, en el primer caso con los enormes y modernos buques clase Queen Elizabeth, y en el segundo con naves más antiguas de las clases Cavour y Giuseppe Garibaldi.
Con el Shandong China se une a este pequeño grupo de países con al menos dos portaaviones. En su caso, la flota cuenta con un buque construido en Ucrania durante la Guerra Fría y reacondicionado en China (el Liaoning) y una segunda nave diseñada y fabricada íntegramente en el país, como una copia mejorada del primero (el Shandong). Ambos desplazan entre 40.000 y 60.0000 toneladas, tiene motores diésel convencionales y cuentan con una capacidad para un máximo de 40 aeronaves.
Por detrás, las marinas de Rusia (cuyo único buque, gemelo del Liaoning, se incendió esta semana), España, Tailandia, India y Francia mantienen un portaaviones cada una. En el caso francés, se trata del buque de propulsión nuclear Charles de Gaulle, el único de este tipo fuera de la marina estadounidense.
Mientras que Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Japón y Holanda tuvieron en algún momento portaaviones pero han perdido o abandonado estas capacidades.
La inversión reciente de China en su flota de portaaviones (considerando los dos que han entrado en servicio y un tercero en etapa de diseño, como parte de un total de seis naves proyectadas) se enmarca en una serie de tendencias que comenzaron a emerger en los últimos años. En primer lugar un aumento en el gasto militar y la mejora en las capacidades del Ejército Popular, posibilitado por el enorme crecimiento económico del país que lo llevó a convertirse en la segunda economía del mundo.
En segundo lugar, la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda promovida por Beijing, concebida como una red global de vías marítimas y terrestres para el comercio, que deben ser protegidas.
En tercer lugar, la expansión militar de China en en aguas de los mares de China Meridional y Oriental, donde el país mantiene conflictos territoriales con numerosos y vecinos y persiste en sus intenciones de integrar a Taiwán a su territorio, y los encuentros usuales con naves estadounidenses
Finalmente, la llamada “guerra comercial” que China y Estados Unidos entablaron en 2018 y que está afectando a la relación de interdependencia económica entre las dos principales potencias del mundo.
De acuerdo al Global Times, China se prepara para desplegar al Liaoning en el Mar de China Oriental y en el Océano Pacífico, mientras que el Shandong será enviado al Mar de China Meridional y el Océano Índico.
Peor también, señala el periódico, los dos buques podrán operar juntos para asegurar la “máxima capacidad de combate”.
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