En medio de una nueva ola de calor, las temperaturas en Australia han llegado a tales niveles que le permitieron a un hombre llevar a cabo con éxito un insólito experimento culinario: cocinar un lomo de cerdo de un kilo y medio dentro de su auto.
Stu Pengelly, residente de la ciudad de Perth, documentó todo el proceso. Introdujo el cerdo dentro de su auto junto a un termómetro y dejó que las altas temperaturas -que llegaron a 39 grados celsius en el exterior- lo cocinaran. A las 13 horas, la temperatura en el interior del vehículo llegó a 81 grados.
En la escena siguiente, el hombre retiró el cerdo y lo cortó en rodajas para mostrar que estaba cocinado. “Está bueno, está cocinado y todavía caliente. Le puse un poco de ajo, un poco de pimienta. (El auto) es un horno”, dijo al concluir la demostración.
Pero más allá de los comentarios humorísticos que siguieron a la publicación, Pengelly también utilizó la súbita popularidad como plataforma para prevenir sobre los peligros de dejar niños o mascotas dentro de un auto durante días con altas temperaturas: “No dejen nada ni nadie valioso para ustedes en un auto caluroso, ni por un minuto”, expresó.
Y agregó: “Si ves a niños o perros encerrados en un auto caliente, no dudes en romper una ventana para sacarlos lo antes posible. No es un delito hacer eso y podrías salvar una vida. Por favor, ten cuidado”.
De acuerdo al instituto meteorológico australiano, Perth registró 10 días con temperaturas de más de 35 grados. En diálogo con medios locales, Pengelly indicó que, según sus cálculos, un quiche se cocinaría en dos horas.
Los efectos de las altas temperaturas en la vida diaria de los australianos no son nuevos. En enero de 2018, el calor abrasador hizo que un tramo de diez kilómetros de la autopista Hume cerca de Melbourne, la capital del estado de Victoria, se volviera suave y pegajoso, convirtiéndose en un obstáculo considerable para los automovilistas que intentaban ingresar a la ciudad.
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