Un niño de ocho años tuvo que tener una gran cantidad de trigo sarraceno quirúrgicamente removido de sus rodillas después de que su padrastro lo obligara a arrodillarse sobre una pila de semillas de grano en Rusia. Sergey Kazakov, de 35 años, castigó al niño por llegar tarde a casa haciéndolo arrodillarse durante nueve horas seguidas sobre trigo sarraceno, haciendo que las semillas se arraiguen dentro de sus rodillas ensangrentadas.
Los granos debieron ser removidos quirúrgicamente bajo anestesia general en un hospital en Omsk, Rusia.
Según reporta el Daily Mail, Kazakov también pateaba al niño y tiraba de su cabello mientras estaba arrodillado. A todo esto, la madre del niño, Alina Yumasheva, admitió que había aprobado el castigo.
La madre dijo que ella y su marido habían descubierto el brutal castigo en internet y que había decidido probarlo personalmente. La madre le dijo al periódico Komsomolskaya Pravda: "Lo revisé yo misma y preparé un experimento. Me arrodillé sobre el trigo y no me hizo daño. Así que le permití a él (Kazakov) aplicar este castigo.”
Pero una vez que el niño se arrodillo sobre los duros granos, se quejó del dolor y comenzó suplicar que lo dejaran levantarse. Mientras el niño lloraba, su padrastro lo pateaba y le gritaba diciendo que debía sufrir en silencio. Los pedazos de trigo se enterraron tan profundamente dentro del niño que comenzaron a echar raíces y crecer dentro de su rodillas. Todo fue capturado en un escalofriante video filmado por el mismo Kazakov.
Al parecer, se le ordenó arrodillarse sobre ellos desde 30 minutos a nueve horas si rompía alguna regla o llegaba tarde a casa desde la escuela. Kazakov, quien conoció a la madre del niño online, está acusado de espiar al niño usando una cámara web para asegurarse de que se quedó donde estaba. Ahora, la pareja de Siberia será juzgada por tortura, imposición deliberada de daños corporales y delitos contra el bienestar de un menor. Podría enfrentar hasta siete años de prisión.
Según los informes los medios locales, el niño era un buen estudiante que participaba en actividades extracurriculares en la escuela. La maestra del niño, Olga Pidzhakova, dijo que era probable que este estuviera demasiado asustado para hablar. “Él es un niño bueno y positivo. Su madre asiste constantemente a las reuniones de padres, viene si llamo.” Los demás maestros de la escuela dicen estar muy sorprendidos por lo ocurrido. “Siempre está limpio y bien vestido. Ni yo, ni otros maestros o niños sabíamos que estaba siendo intimidado en casa," agregó Pidzhakova.
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