El gobierno de Estados Unidos no aceptará el plazo límite de final de año fijado por Corea del Norte para hacer concesiones en las estancadas negociaciones nucleares, según dijo este lunes un importante diplomático estadounidense, que instó a Pyongyang a volver a la mesa de negociaciones.
“En este punto, déjenme ser absolutamente claro: Estados Unidos no tiene una fecha límite”, dijo a la prensa Stephen Biegun, representante especial de Estados Unidos para Corea del Norte. “Somos plenamente conscientes de la probabilidad de que Corea del Norte ofrezca una provocación importante en los próximos días. Por decir poco, una acción de esa clase no será de ninguna ayuda para alcanzar una paz duradera en la Península de Corea”, agregó.
Biegun, que viajó a Seúl para reunirse con autoridades surcoreana, pidió a Pyongyang que se siente a negociar.
“Déjenme hablar directamente a nuestros homólogos en Corea del Norte: Es hora de que hagamos nuestro trabajo. Resolvamos esto. Estamos aquí. Y saben cómo contactar con nosotros”, dijo.
Biegun se entrevistó por separado con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y con el ministro de Unificación, Kim Yeon-chul, el responsable de los contactos de Seúl con su vecino del norte. Durante su visita a la Casa Azul presidencial, Biegun dijo que el gobierno de Trump no renunciaría a buscar avances diplomáticos con Corea del Norte, según la oficina de Moon, que no dio más detalles.
No estaba claro si Corea del Norte iba a contactar a Estados Unidos para resolver sus crecientes diferencias sobre cómo conseguir la desnuclearización norcoreana.
Las negociaciones con este fin comenzaron en 2018 tras la cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el dictador norcoreano Kim Jong-un. Aunque el encuentro redujo las tensiones y congeló las pruebas nucleares y de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de parte de Corea del Norte, las conversaciones se estancaron este año y no hay expectativas de que puedan avanzar en el corto plazo.
Específicamente, Corea del Norte espera que Estados Unidos levante parte de las sanciones que ahogan a su economía como condición para negociar, e insiste en que la desnuclearización, es decir a la renuncia a la posesión de armas nucleares y la entrega de ojivas existentes, debe ser encarada por ambas partes. Estados Unidos, en cambio, busca una desnuclearización unilateral de Corea del Norte, y no está preparado para levantar sanciones antes de que el régimen muestre un avance concreto en esa dirección.
Importantes funcionarios norcoreanos dijeron hace poco que la desnuclearización ya no era negociable y han amenazado con levantar la moratoria voluntaria a las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance. En los últimos meses, el país ha hecho varias pruebas de misiles de corto alcance y otros sistemas armamentísticos.
Las preocupaciones por una gran provocación norcoreana crecieron después de que el país dijera el sábado que había realizado con éxito una “prueba crucial” no especificada que reforzaría su sistema disuasorio nuclear. Los expertos señalaron que Pyongyang podría lanzar un cohete con satélites o un ICBM cerca de la fecha de Navidad si Estados Unidos no cumplía el plazo de final de año.
Con información de AP
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