La coalición centrista Azul y Blanco, de Benny Gantz y el partido derechista Likud, del primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, presentaron este martes un proyecto de ley que fija para el próximo 2 de marzo la casi segura tercera cita electoral en Israel, a menos de un día de que termine el plazo para desbloquear la situación política.
Mañana, miércoles, a medianoche, el Parlamento tiene la última oportunidad para formar Gobierno, después de que fracasara, primero Netanyahu y después su rival Gantz, y ninguno haya conseguido el apoyo necesario (61 de los 120 diputados de la Kneset) para postularse como candidato en un Ejecutivo de unidad.
Ante la falta de acuerdos, y si no hay un cambio de última hora, la Cámara se disolverá al acabarse el plazo e Israel se verá abocado automáticamente a las terceras elecciones en menos de un año, una situación sin precedentes en el país.
De cara a la convocatoria electoral, las encuestas del digital Walla de hoy y el Canal 12 del viernes no prevén que unos nuevos comicios -a los que la mayoría de la población se opone- rompan el bloqueo y garanticen una mayoría para formar coalición, ya que los resultados serían similares.
La propuesta de ley presentada hoy, redactada por diputados de Azul y Blanco y el Likud, se deberá votar mañana en cuatro lecturas.
Según medios locales, se espera que las votaciones finales que marcarían la disolución definitiva del Parlamento y el fin de la legislatura sean hacia la medianoche.
Durante los últimos días, los reproches han sido la constante entre ambas formaciones.
Gantz le reprocha a Netanyahu -a quien la Fiscalía acusado formalmente de cohecho, fraude y abuso de confianza en tres casos de corrupción- no haberse movido de su posición en las negociaciones para alcanzar un Ejecutivo unitario con rotación en la jefatura de gobierno, como propuso el presidente del Estado de Israel, Reuvén Rivlin.
Esta tarde, en un vídeo publicado en sus redes sociales, Gantz hizo un llamamiento a Netanyahu para que “anuncie que no se esconderá detrás de la inmunidad parlamentaria”, que podría solicitar teniendo el cargo de primer ministro hasta el 1 de enero.
Aunque Netanyahu no ha declarado abiertamente que recurrirá a ello, este elemento y su insistencia en ser el primero en encabezar la jefatura de gobierno le han alejado de un acuerdo con Gantz, que hoy insistió en que “no debe hacer de la Knéset un refugio”, y aseguró que aún hay tiempo “para encontrar una solución y formar gobierno”.
“Te insto a que dejes de hacer maniobras”, respondió Netanyahu a Gantz, a quien apeló de nuevo “a sentarse y discutir seriamente”, a poco más de 24 horas de que termine el plazo, pero hoy Israel parece saber que irá a terceras elecciones.
(Con información de EFE)
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