Terroristas palestinos en la Franja de Gaza dispararon el sábado tres cohetes hacia el sur de Israel, dos de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa antimisiles israelí, indicó el ejército.
El último cohete disparado desde el enclave palestino, controlado por el movimiento islamista Hamas, se remontaba al 29 de noviembre. El ejército israelí atacó entonces una posición de Hamas en la Franja de Gaza en respuesta al disparo de un cohete contra el sur de Israel.
El sábado por la noche “tres proyectiles fueron disparados desde la Franja de Gaza hacia el territorio israelí. El escudo Cúpula de Hierro interceptó dos” de ellos, indicó el ejército en un comunicado sin dar más detalles. Socorristas en Sederot atendieron a tres personas, heridas levemente cuando buscaban refugio después de que la sirena de alarma resonara en esta ciudad cercana a Gaza, según un portavoz del Magen David Adom, los servicios de emergencia israelíes.
El 12 de noviembre, el ejército israelí abatió en una operación dirigida a un alto comandante de Yihad Islámica, otro movimiento armado palestino, en el enclave bajo bloqueo israelí. Israel libró tres guerras contra Hamas, su enemigo acérrimo, y grupos armados aliados en Gaza desde 2008.
Este viernes se retomaran las llamadas Marchas del Retorno en Gaza, junto a la frontera con Israel, después de que se suspendieran durante tres jornada consecutivas para no escalar la situación. Miles de gazatíes volvieron a participar en las manifestaciones semanales que se celebran desde marzo de 2018, que reclaman el derecho al retorno de los refugiados y el fin del bloqueo israelí impuesto a Gaza desde junio de 2007, cuando el movimiento islamista palestino Hamás se hizo con su control. Desde entonces, 313 manifestantes palestinos han muerto y más de 19.000 han quedado heridos de bala, según cifras del Ministerio de Sanidad.
Durante la última ola de violencia entre Israel y la Yihad Islámica de noviembre, 36 personas han muerto, 16 de ellas milicianos y 20 civiles. Israel sigue negociando, a través de Egipto y ONU, un acuerdo de larga duración con el movimiento islamista Hamás, que controla el enclave, aunque se siguen produciendo disparos puntuales que ninguna facción palestina reivindica.
En desarrollo