El régimen de Irán ha estado transportando un arsenal de misiles balísticos de corto alcance a Irak, en medio de la ola de protestas que han sembrado el caos en este país y en un intento de intimidar a todo el Medio Oriente, indicaron fuentes en las agencias de inteligencia de Estados Unidos al periódico The New York Times y la cadena CNN.
Las relaciones entre las autoridades de Irán e Irak se han vuelto cada vez más estrechas en los últimos años, revirtiendo la histórica rivalidad entre ambos países en tiempos del dictador iraquí Saddam Hussein. Esto quedó especialmente manifestado con la participación de milicias chiitas leales a Teherán en la campaña lanzada por Bagdad contra el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés), que culminó con el derrumbe del “califato” el año pasado.
Sin embargo gran parte de la población iraquí, en especial la sunita, resiente la presencia persa y en las manifestaciones de los últimos meses para protestar por las duras condiciones de vida también hubo consignas en contra de Teherán.
Aún así, el régimen persa ha aprovechado el caos para seguir aumentando en secreto los arsenales de misiles balísticos de corto alcance en el país vecino y con la venia de sus autoridades, como una forma extender su capacidad de agresión contra sus históricos enemigos: Arabia Saudita, Israel y Estados Unidos.
Irán ya ha provisto en el pasado y en secreto de misiles a Irak y en especial a Yemen, donde los rebeldes hutíes los han utilizado para lanzar numerosos ataques contra Arabia Saudita.
La estrategia de desplegar estas armas en otros territorios ha permitido al régimen acercarse a blancos que estarían de otra forma demasiado lejos para sus misiles de corto alcance y al mismo tiempo le otorga cierta capacidad para negar cualquier ataque, ya que las armas son entregadas a milicias iraquíes leales a Irán.
Los primeros reportes sobre la presencia de misiles iraníes en territorio iraquí trascendieron el año pasado. Incluso Israel ha lanzado ataques contra sitios en Irak donde se cree que podrían estar localizados estos arsenales.
Pero el consenso es que el número ha aumentado y que el tráfico de misiles de un país a otro no ha cesado, en base al monitoreo de las agencias de inteligencia de Estados Unidos citados por la prensa.
Estas fuentes consultadas por CNN y The New York Times no aclararon qué tipo de misiles estaban siendo desplegados, aunque só señalaron que era de muy corto alcance. Usualmente, el radio de acción de los misiles de corto alcance no es mayor a los 500 kilómetros.
En el pasado algunas bases estadounidenses en la región fueron blanco de fuego esporádico e impreciso de cohetes, presuntamente lanzados por las milicias. Pero la presencia de misiles balísticos, aunque sea de corto alcance, podría escalar la situación.
Al respecto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha enviado este año numerosos buques de guerra y aviones de combate para reforzar su presencia en la región, especialmente luego de una serie de ataques contra buques petroleros en el Golfo Pérsico que han sido atribuidos a Irán.
El miércoles el periódico The Wall Street Journal señaló incluso que Washington estaba evaluando enviar unos 14.000 soldados extra a Medio Oriente, específicamente para lidiar con las actividades del régimen persa.
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