La Policía italiana detuvo a Antonino Borgia, de 51 años, al ser acusado del femicidio de Ana María Lacramioara Di Piazza, de 30 años, a quien citó y apuñaló en diez ocasiones a pesar de que ella rogó por su vida y la de su bebé.
La joven, de origen rumano, había sido adoptada por una pareja de Giardinello, un pequeño pueblo de la provincia de Palermo. Ana Di Piazza tenía un hijo de 11 años de una relación anterior y se dio a conocer que había comenzado una relación un año antes con Borgia, quien era empresario de Partinico, en el sector de construcción.
Según revelaron testigos, los dos se encontraron en el área de Balestrate, alrededor de las 7 de la mañana del viernes 21 de noviembre, cuando la mujer salió corriendo de la camioneta del sujeto y él atrás de ella sin pantalones. Cuando la alcanzó, la golpeó con un palo y con el cuchillo que traía la apuñaló en varias ocasiones, una de ellas en la garganta, causándole la muerte.
En la escena de la persecución, que fue filmada por unas cámaras de videovigilancia de la zona, se escucha a la mujer que grita: “¿Qué haces? ¡Vamos a tener un bebé! Te amo”.
Durante las investigaciones, los militares lograron encontrar el cuerpo atado y escondido en un campo debajo de varias ramas. Luego hallaron la camioneta del empresario, que había tenido tiempo de desayunar en un bar, limpiar el vehículo y comenzar reuniones de negocios. En la tarde, después del almuerzo, el hombre también fue a la barbería.
La investigación es coordinada por la adjunta Annamaria Picozzi y por la fiscal Chiara Capoluongo.
Borgia fue llevado a prisión acusado de asesinato, encubrimiento de un cadáver y aborto inducido. Él declaró que Ana María lo extorsionaba y le pedía dinero con amenazas de contarle a su esposa que le era infiel.
Pero un par de amigos de Ana María aseguraron al diario italiano Corriere della Sera que ella nunca tuvo la intención de chantajear al hombre, del cual, además, había ocultado su identidad. Incluso cuando le había confiado a sus amigas su embarazo.
Ellos señalaron que los 3.000 euros solicitados eran necesarios para las consultas con el médico, ya que su embarazo era de alto riesgo y no había conseguido empleo después de trabajar como lavaplatos varios meses antes.
Maria Cagnina, la esposa de Antonino Borgia, dijo News Mediaset que se enteró de la relación extramarital de su pareja cuando lo detuvieron, pero que aún así ella lo seguiría apoyando.
“(Fue) un monstruo, un ogro, como lo definieron de todas las formas imaginables, porque ese día fue, no lo niego, fue todo eso. Pero en su vida pasada, en los dieciocho años que estuvo conmigo, no lo fue”, declaró.
La autopsia confirmó el embarazo de la joven mujer de 30 años. Estaba embarazada de casi cuatro meses y esperaba un varón.
“Un día de locura, no sé cómo explicarlo de otra manera. Ese día no fue él”, agregó la mujer. Su esposo parecía tímido y silencioso en los días previos al asesinato. “Lamento no haber insistido más, porque habría tenido éxito en hacerle hablar y lo habríamos resuelto de una forma u otra, todo esto no habría sucedido”, aseguró Cagnina.
La mujer espera que sus hijos no sean víctimas de lo que ha hecho su padre. Pero a pesar de esto, no tiene la intención de abandonarlo. “Pueden criticarme, pueden decir lo que quieran, pero él es el padre de mis hijos y no estará solo, mi esposo no será abandonado. Está equivocado, pagará. No tengo la culpa de lo que sucedió, pido disculpas a ella, al niño y al mundo entero por lo que ha hecho mi esposo, no es justificable”.
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