Represión en Irán: al menos 208 muertos en las protestas, según un informe de Amnistía Internacional

Ante la falta de una investigación independiente y de datos confiables por parte del régimen persa, el organismo aclaró que esa cifra “es probable que sea mayor”

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El régimen iraní reprimió brutalmente las protestas (Nazanin Tabatabaee/WANA)
El régimen iraní reprimió brutalmente las protestas (Nazanin Tabatabaee/WANA)

Al menos 208 personas han muerto durante la represión de las fuerzas de seguridad del régimen de Irán, en el marco de las protestas iniciadas el pasado 15 de noviembre, de acuerdo a lo anunciado este lunes por Amnistía Internacional (AI).

En un comunicado, el organismo internacional, con sede en Londres, precisa que ha obtenido esa cifra de “informes creíbles” de sus fuentes, si bien la cantidad total de víctimas “es probable que sea mayor”, especialmente en la ciudad de Shahriar, provincia de Teherán.

“Este alarmante número de muertes es una prueba más de que las fuerzas de seguridad de Irán se embarcaron en una horrible matanza, que ha dejado al menos 208 muertos en menos de una semana”, indica Aministía Internacional, que acusa a las autoridades iraníes de “desprecio por la vida humana”.

En el comunicado, el portavoz para Medio Oriente y el Norte de África, Philip Luther, instó a la comunidad internacional a asegurarse de que rindan cuentas los responsables de la “sangrienta represión”, ante la aparente incapacidad del régimen iraní para hacer una investigación “imparcial e independiente”.

El presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, se negó este domingo a dar la cifra de víctimas registradas en las protestas, de cuya instigación el Gobierno acusa a países como Estados Unidos y a grupos opositores en el exilio.

Las protestas se desataron tras el incremento del precio de la gasolina (AFP)
Las protestas se desataron tras el incremento del precio de la gasolina (AFP)

Las protestas comenzaron tras la decisión gubernamental de subir el precio de la gasolina entre un 50 y un 300% y derivaron pronto en disturbios y fuertes críticas al régimen teocrático del país.

De inmediato, el malestar irrumpió en las calles de todo el país, tensionado por la creciente inflación, la desocupación y una política económica precaria y errática y atada al valor internacional del petróleo. Pero el poder central dejó en claro que no toleraría manifestaciones en su contra y desató una brutal represión.

Fue en esos momentos en que la temible Guardia Revolucionaria Islámica asomó la cabeza para ser la herramienta que pusiera fin a las incipientes marchas y desmanes. Sin embargo, las revueltas se incrementaron, lo que provocó que la aplastante maquinaria asesina de la teocracia se multiplicara.

La mayoría de los manifestantes -y víctimas- tienen entre 19 y 26 años: son los que poseen menores ingresos y quienes no muestran temor ante la estructura asesina iraní.

La furia se incrementó luego de que Khamenei intentara responsabilizar a los Estados Unidos por las manifestaciones. Washington ejerce una fuerte presión sobre el “estado terrorista” al que señala de estar detrás de atentados en todo el mundo y de intentar desestabilizar la región con fuerzas irregulares que responden a Teherán en diferentes puntos como Yemen, el Líbano, Siria e Irak, donde también gran parte del pueblo se levantó contra la injerencia iraní en el desmembrado país.

Las matanzas ordenadas por Khamenei fueron comparadas por un líder opositor como aquellas que ordenó el Sha Mohammed Reza Pahlavi en 1978 y que precipitaron su posterior caída un año después.

Con información de EFE

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