El primer ministro maltés Joseph Muscat anunció el domingo que renunciará en enero, presionado por ciudadanos que exigen la verdad sobre el asesinato de una periodista con una bomba en su automóvil en 2017.
En un mensaje televisado a toda la nación, Muscat señaló haber informado al presidente de Malta que el 12 de enero dimitirá como dirigente del Partido Laborista en el poder y “en los días siguientes renunciaré al puesto de primer ministro”.
Horas antes, miles se manifestaron afuera de un tribunal en la capital, La Valeta, para exigir la dimisión del premier.
“Como primer ministro me comprometí hace dos años a que se haría justicia en el caso del asesinato de Daphne Caruana Galizia”, declaró Muscat al comienzo de su discurso, y agregó que “hoy estoy aquí para manifestarles que he cumplido mi palabra”.
Afirmó que, además de tres personas arrestadas poco después del atentado por llevarlo a cabo, hay “alguien acusado de ser la principal persona detrás de este asesinato”.
Muscat se refería al prominente empresario maltés Yorgen Fenech, quien el sábado en la noche fue acusado formalmente de complicidad en el homicidio y de organizar y financiar el atentado con explosivos. Fenech se declaró inocente.
El ex jefe de despacho de Muscat, Keith Schembri, fue implicado en el atentado. Schembri era una de las figuras del gobierno a las que Caruana Galizia había investigado en sus reportajes. Schembri, que renunció la semana pasada, fue arrestado en la pesquisa, pero después lo pusieron en libertad. Rechaza haber hecho nada ilegal.
El primer ministro insistió en que se encargará de que la “justicia sea para todos”, y señaló que la investigación continúa.
Las acciones de Muscat para garantizar a la nación que se haría justicia en el caso no dejaron satisfecha a la familia de la periodista.
“La gente volverá a salir mañana a las calles”, tuiteó uno de los hijos de la comunicadora, Matthew Caruana Galizia, quien también es periodista.
Casi 20.000 personas abarrotaron la calle República frente al tribunal en lo que constituye la mayor manifestación en semanas de muestras de ira e inconformidad contra el gobierno de Muscat.
Antes de que la asesinaran, la reportera había escrito ampliamente sobre presunta corrupción entre los círculos políticos y empresariales de este país de la Unión Europea, el cual es un paraíso financiero para muchos inversionistas.
Entre los investigados figuran personas del círculo político interno de Muscat, incluidos miembros del gabinete. Caruana Galizia enfrentó demandas de algunos de sus investigados, entre ellos funcionarios gubernamentales. Aunque muchos ensalzaban a la periodista como una luchadora anticorrupción, algunos afectados por sus investigaciones se mofaban de su trabajo.
“Reitero mi más profundo pesar de que una persona, que con todas sus cualidades positivas y negativas y sus contribuciones a la democracia de nuestro país, haya sido asesinada de manera tan brutal”, afirmó Muscat.
“Está justificada la sensación de tristeza e ira genuinas. Y jamás aceptaré que alguien, él o ella, manifieste de alguna manera un indicio de que está justificando este asesinato”, agregó.
(Con información de AP)