El papa Francisco se operó de cataratas hace unos meses sin que nadie lo supiera, según reveló este domingo el periódico italiano Il Mesaggero.
La cirugía fue realizada en la clínica Pío XI de Roma después de un año de rumores con respecto al estado de su visión, afectada por esta condición, que es usual en gente mayor.
La operación por catarata es relativamente sencilla y tiene una recuperación muy rápida (se realiza con láser y dura unos 20 minutos, tras lo cual el paciente retorna a su hogar), aunque cualquier intervención médica sobre el pontífice de 82 años genera atención en todo el mundo.
Los rumores ante una posible operación de este tipo circulaban desde más de un año, reportó Il Mesaggero, y en 2018 el mismo Francisco había señalado durante una visita a la cárcel de Regina Coeli que las cataratas no le permitían “ver bien la realidad”.
“El año que viene tengo que operarme”, había dicho, aunque luego el Vaticano se negó a confirmar una fecha.
Renovado, Francisco dio inicio a la temporada navideña y defendió la exhibición de pesebres
Ya visiblemente recuperado de cualquier cirugía, el Papa retomó su ajetreada agenda y defendió este domingo la exhibición de escenas del pesebre en plazas y otros lugares públicos, lo que se ha convertido en un tema polémico en Navidad en países como Estados Unidos y Francia.
El Papa viajó a la localidad de Greccio, al este de Roma, para visitar el lugar donde San Francisco de Asís comenzó la tradición al establecer el primer pesebre en 1223.
Allí, firmó un documento papal conocido como Carta Apostólica y titulada “Admirabile Signum” sobre el significado y el valor de Belén.
“Con esta Carta quisiera alentar la hermosa tradición de nuestras familias que en los días previos a la Navidad preparan el belén, como también la costumbre de ponerlo en los lugares de trabajo, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, en las plazas”, dice el documento, citado por Reuters.
Las escenas de la natividad representan el nacimiento de Jesús cuando los cristianos creen que tuvo lugar: el bebé y su madre en un entorno humilde junto con animales y pastores y reyes que llegaron en días posteriores con regalos.
La construcción de tales escenas en plazas públicas o en propiedades gubernamentales es impugnada regularmente por grupos ateos, de libertad de expresión o seculares.
En Estados Unidos, grupos que se oponen a dichas escenas en lugares públicos dicen que violan la primera enmienda de la Constitución, que prohíbe establecer una religión a través del Estado.
En otras partes del documento, el Papa dijo que el propósito de las escenas del belén eran enseñar que “no podemos dejarnos engañar por la riqueza y por tantas propuestas efímeras de felicidad” y que eran un recordatorio para ayudar a los que tienen menos.
Más temprano, Francisco instó a las personas a resistir los excesos del consumismo en el período previo a Navidad, denominándolo como un virus que ataca a la fe y ofende a los necesitados.
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