Los manifestantes prodemocracia volvieron a salir a las calles este domingo en Hong Kong, tras un breve periodo de calma en casi seis meses de protestas antigubernamentales. Esta nueva jornada de movilizaciones tiene lugar una semana después de las elecciones locales, en las que el bando prodemocracia obtuvo una aplastante victoria.
La policía autorizó tres concentraciones para este domingo, a través de una “carta de no objeción”, y pidió a los participantes que fueran pacíficos. Una de las marchas se dirigía hacia el consulado de Estados Unidos, para agradecer el apoyo de Washington a la movilización.
“Me gustaría enviar un mensaje al gobierno: no hemos terminado y esto no está acabado”, aseveró uno de los manifestantes, de 27 años, que no quiso dar su nombre. También dijo esperar que las tres protestas previstas en el día iban a realizarse pacíficamente. “Me preocupa que la opinión pública cambie si continúa la violencia y los enfrentamientos”, afirmó
Por la noche, los manifestantes se congregarán para recordar a Pekín y a las autoridades chinas sus cinco reivindicaciones, entre ellas la instauración de una verdadero sufragio universal y una investigación independiente la violencia policial.
Por la mañana, niños y personas mayores participaron en una manifestación pacífica que tuvo lugar sin incidentes.
El sábado por la noche, en el barrio popular de Mong Kog, manifestantes bloquearon carreteras y la policía usó en tres ocasiones gases lacrimógenos, por primera vez desde los comicios del 24 de noviembre. Desde el inicio de las protestas en junio, fueron lanzadas más de 12.000 granadas lacrimógenas, según la policía.
Un video, que circulaba el domingo en internet, mostraba a un manifestante que agredía brutalmente a un hombre que intentaba retirar una barricada. En las imágenes, el comentarista se burla de la víctima que tropieza y después cae al suelo tras haber sido golpeado en la cabeza con un objeto contundente.
El jefe de la policía hongkonesa, Chris Tang Ping-keung, indicó el domingo en la radio que este ataque tuvo lugar el sábado por la noche en Mong Kok. “Esto podría haberlo matado”, afirmó Tang.
Una fuente policial confirmó que una investigación estaba en curso.
La movilización surgió en junio como un rechazo a un proyecto de ley destinado a autorizar las extradiciones a China. El texto se retiró pero se hizo demasiado tarde, según los manifestantes, que han aumentado sus reivindicaciones.
A falta de concesiones del Ejecutivo de Hong Kong y de Pekín, el movimiento tomó un giro cada vez más conflictivo, llevando a enfrentamientos más violentos entre manifestantes radicales y las fuerzas de seguridad.
(Con información de AFP)
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