El primer ministro iraquí Adel Abdel Mahdi dijo el viernes que presentará su renuncia ante el parlamento, después de que el principal clérigo chií del país pidiera un cambio de gabinete en medio de protestas mortales.
“Presentaré al parlamento una carta formal solicitando mi renuncia al cargo de primer ministro”, dijo Abdel Mahdi en una declaración.
El repentino cambio se produjo después de casi dos meses de sangrientas protestas que han dejado más de 400 muertos y 15.000 heridos, y fue recibido con vítores de los manifestantes en la emblemática plaza Tahrir (Liberación) de Bagdad.
Unas horas antes, la máxima autoridad religiosa chií de Irak, el ayatolá Ali al Sistani, instó a los parlamentarios iraquíes a que reconsideren su apoyo al Gobierno “incompetente”. Fue una reacción directa a una de las jornadas más violentas en el sur del país desde el inicio de las protestas populares hace casi dos meses, durante los cuales se han registrado más de 370 muertos.
En un discurso pronunciado por el jeque Abdelmahdi al Karbalai, representante de Al Sistani, el líder religioso aseveró que el Gobierno iraquí ha demostrado ser “incompetente” a la hora de gestionar las protestas e invitó a los miembros del Parlamento a reconsiderar su apoyo al Ejecutivo del primer ministro.
“El Parlamento, del que emergió el Gobierno, está invitado a reconsiderar sus decisiones para actuar en favor de Irak”, dijo Al Sistani en durante su sermón del viernes.
El ayatolá condenó la violencia que se produjo ayer en las provincias del sur del país, que han sufrido la mayor represión durante las protestas y pidió “detener el derramamiento de sangre”. Al Sistani ha manifestado su apoyo desde un principio a los manifestantes y ha pedido al Gobierno y a partidos políticos en diversas ocasiones que respeten las demandas del pueblo.
El jueves se desató una de las jornadas más violentas en Irak después de que los manifestantes irrumpieran en el consulado iraní de la ciudad sureña de Nayaf la noche del miércoles. Desde ese incidente, se han repetido varios enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes en las provincias del sur de Irak, que provocaron la muerte de al menos 8 personas en Nayaf y 30 en Nasiriya.
Por su parte, en un comunicado el ex primer ministro y líder de la coalición Al Nasr, Haidar al Abadi, secundó el discurso de Al Sistani y además instó al Parlamento iraquí a celebrar este sábado una sesión especial para “proponer una moción de censura” que conduzca a “la formación de uno nuevo (Gobierno) independiente”.
El destacado clérigo chií Muqtada al Sadr había pedido este jueves la dimisión “inmediata” del Gobierno, tras la jornada de violencia que se produjo en el sur, donde la población chií es predominante y donde las protestas están siendo duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes piden un cambio de Gobierno al considerarlo corrupto y responsable de la mala gestión de los recursos y problemas económicos del país, sobre todo en el sur rico en petróleo, donde la población no se beneficia del oro negro. Los ataques a consulados iraníes no son casuales: el régimen persa era el principal sostén del gobierno de Mahdi.
Con información de AFP y EFE
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