La esperanza de encontrar más sobrevivientes entre los escombros en Albania se desvanecía el jueves, dos días después del letal sismo que remeció la costa Adriática del país. El número de fallecidos aumentó a 40 personas tras el rescate de más cadáveres de entre las ruinas.
Las autoridades seguirán adelante con las labores de búsqueda y rescate en la ciudad portuaria de Durres, a 33 kilómetros (20 millas) al oeste de la capital, Tirana, tras recuperar tres cuerpos durante la noche. El operativo terminó sin embargo en la cercana localidad de Thumane, donde se recuperaron seis cadáveres de entre los escombros durante la noche y se cree que no hay más desaparecidos.
Más de 750 personas resultaron heridas en el terremoto de magnitud 6,4 registrado en la madrugada del martes, informó el ministerio de Salud el jueves. Al potente sismo le siguieron cientos de réplicas, incluyendo varias de magnitudes superiores a 5,0, lo que complicaron las labores de rescate.
El jueves por la tarde una nueva víctima fue sacada de las ruinas de un hotel en Durres. Un pariente angustiado que observaba la operación se desmayó mientras los trabajadores de emergencia se llevaban el cuerpo del hombre en una bolsa amarilla.
“Puede haber esperanza hasta por ocho o diez días” para encontrar a víctimas vivas, dijo a la agencia AFP el capitán Joel Leroy, un rescatista francés.
Su equipo de alrededor de 50 personas estaba tratando de localizar a dos personas que se creía que estaban atrapadas dentro de un edificio de siete pisos en Durres, cuyos dos primeros pisos se habían derrumbado en el suelo. Es posible que todavía estén vivas en bolsas de aire que les permiten respirar bajo los escombros, dijo. “Por eso estamos trabajando tan duro, creemos en ello".
Afuera del edificio, un joven de ojos llorosos rogaba ver el cuerpo de su madre, que fue encontrada muerta en el interior. Por el momento, los rescatistas dijeron que era demasiado peligroso extraerlo.
Una nueva réplica de magnitud 5,1 que estremeció la zona el jueves al mediodía provocó escenas de pánico. Los dolientes salieron corriendo de un edificio donde se habían reunido para el inicio de los oficios fúnebres para algunas de las víctimas.
Tanto los países vecinos como otras naciones europeas enviaron rescatistas con equipos especializados, perros rastreadores y bienes de primera necesidad a Albania para colaborar en los esfuerzos de búsqueda y ayudar a quienes perdieron sus casas.
Muchos de los afectados de Thumane pasaron su segunda noche en carpas al no querer alojarse en los hoteles habilitados en la costa mientras sigan las labores de búsqueda. Las autoridades pidieron a residentes que no regresen a ningún edificio que pudiese haber sufrido daños hasta que los ingenieros revisen su estructura para determinar su seguridad.
Con información de AP y AFP
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