El príncipe Andrew anunció este miércoles su retiro de la vida pública tras el escándalo suscitado por su amistad con el empresario estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de pederastia y que fue hallado muerto en su celda el pasado 10 de agosto.
“He preguntado a Su Majestad (la Reina) si podía retirarme de mis actividades públicas por tiempo indefinido, y ella me ha dado su permiso”, anunció el duque de York en un comunicado.
De 59 años, el segundo hijo de Isabel II reconoció que sus vínculos con Epstein han acabado convirtiéndose en “un gran estorbo” para la familia real y las asociaciones caritativas que trabajan con ella. “Sigo lamentando mi errónea relación con Jeffrey Epstein”, indicó el texto.
“Su suicidio ha dejado muchas preguntas sin respuesta, particularmente para sus víctimas, y expreso mi más profunda compasión con cualquiera que se haya visto afectado y que esté buscando la forma de pasar página”, manifestó en la nota.
“Solo puedo esperar que, con el tiempo, sean capaces de reconstruir sus vidas. Por supuesto, estoy totalmente dispuesto a colaborar con la justicia en cualquier investigación si es necesario”, agregó en su comunicado.
La decisión de un miembro de la realeza de retirarse de sus deberes reales es extremadamente inusual. Andrew, quien no mostró remordimiento en la entrevista del sábado, dijo que lamentaba su asociación con Epstein y que “simpatiza profundamente” con las víctimas de Epstein.
El duque ha sido muy criticado por su actuación en la entrevista televisiva que ofreció a la BBC en la que no expresó preocupación por las víctimas de Epstein, muchas de las cuales eran menores de edad y fueron víctimas de trata y obligadas a tener relaciones sexuales con poderosos amigos del multimillonario.
El hijo de Su Majestad se cuidó mucho durante los cincuenta minutos de entrevista y cuando fue interrogado sobre una posible colaboración con la justicia estadounidense, se limitó a decir: “Solo si el consejo de mis asesores legales fuera en esa dirección".
Algunas organizaciones benéficas con las que ha trabajado como patrocinador han dicho que estaban revisando su asociación con el príncipe debido a sus acciones.
Epstein estaba en espera de juicio por cargos de tráfico sexual cuando se suicidó el 10 de agosto en una prisión de Nueva York.
Durante la entrevista televisiva, Andrew negó categóricamente las acusaciones de haber tenido relaciones sexuales con Virginia Giuffre, quien dice que fue víctima por Epstein. Giuffre dijo que tuvo relaciones sexuales con Andrew en tres ocasiones, incluidas dos cuando tenía 17 años.
El golpe definitivo contra el duque llegó de manos de un gigante de las comunicaciones como BT (British Telecom), que anunció que dejará de colaborar en un proyecto, cuyo patrón era el hijo de Isabel II.
Las presiones sobre el caso Epstein ha ido en aumento, y la oposición laborista británica ha presionado para que el príncipe declare ante las autoridades estadounidenses. El escándalo ha sacudido a la familia real y acabó siendo asunto de debate en el cara a cara televisado que protagonizaron los dos principales candidatos, el conservador Boris Johnson y el laborista, Jeremy Corbyn, el pasado martes. “La monarquía necesita mejoras. Hay mucho por lo que responder y nadie está por encima de la ley”, dijo el laborista.
Con información de AFP y AP
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