Al menos 1.000 personas han sido detenidas por la Policía iraní desde el comienzo de las manifestaciones en varios puntos del país por la subida de los precios del combustible y el racionamiento de la gasolina, según ha informado la agencia semioficial Fars.
De acuerdo con la agencia, desde el inicio de los disturbios han ardido más de un centenar de sucursales bancarias y varios comercios.
El Gobierno anunció el viernes que el precio de un litro de gasolina regular había aumentado a 15.000 riales (12,7 centavos de dólar) y que la ración mensual para cada automóvil privado quedaría fijada en 60 litros. Las autoridades dijeron que la medida tenía como objetivo ayudar a los ciudadanos necesitados y que esperaba generar 300 billones de riales ($ 2.55 mil millones) por año.
En respuesta la decisión del Gobierno iraní, cientos de personas protestaron a las calles en ciudades como Mashhad, en el noreste, en la provincia sudoriental de Kerman y la provincia de Juzestán, rica en petróleo, según los medios iraníes.
Según pudo constatar Efe, una sucursal del banco Maskan estaba hoy incendiada en la plaza Sadegian, en el oeste de Teherán, cuyos accesos estaban cortados por un gran despliegue de antidisturbios, también presentes en otras zonas de la ciudad. Los desórdenes provocaron asimismo en esta jornada el cierre parcial del Gran Bazar de la capital, confirmó la Asociación Islámica de Gremios y Mercados. El informe cifró en unas 87.000 personas, en su mayoría hombres, los implicados en los disturbios en un centenar de puntos del país.
Indicó que todavía no se dispone de un balance exacto de víctimas mortales, pero que la mayoría se registró durante ataques a almacenes de gasolina y sedes de las fuerzas de seguridad.
La situación en esta jornada parece más tranquila que la víspera, pero internet sigue cortado para evitar la organización de protestas y la recepción de imágenes de las mismas.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha respaldado este domingo el aumento en los precios de combustible que ha originado protestas en el país, al tiempo que ha culpado de “sabotaje” a los opositores del país.
“Sin duda, algunas personas están preocupadas por esta decisión, pero el sabotaje y el incendio los cometen ‘hooligans’, no nuestro pueblo”, ha indicado Jamenei, según ha recogido la televisión estatal iraní, IRIB.
“La contrarrevolución y los enemigos de Irán siempre han apoyado el sabotaje y las violaciones de seguridad y continúan haciéndolo”, ha insistido, al tiempo que ha lamentado “algunos problemas” y que “varias personas perdieron la vida”.
Al menos una persona ha muerto en Siryan, según ha confirmado este sábado el responsable de Gobierno Mohamad Mahmoudabadi a la agencia semioficial de noticias ISNA. Informaciones en redes sociales hablan de más muertes por la actuación de los antidisturbios y las fuerzas de seguridad en las manifestaciones en Teherán y otras ciudades.
(Con información de EFE y Europa Press)
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