Durante los últimos meses, las protestas en Hong Kong se registraban los fines de semana, pero eso parece haber cambiado desde la jornada de huelga del lunes, a la que han seguido varios días de enfrentamientos como el de hoy, que comenzó con gas lacrimógeno e importantes carreteras cortadas.
Poco después de las 07.00 hora local (23.00 GMT del miércoles), grupos de manifestantes bloquearon el túnel que une la isla de Hong Kong con la parte continental de la ciudad, y la autopista Tolo, que conecta varias zonas periféricas, sigue cortada desde anoche, cuando la Policía denunció que se lanzaron objetos, ladrillos e incluso cócteles molotov a la vía.
El puente número 2 de esa autopista está situado justo al lado de la Universidad China de Hong Kong, donde se han registrado los enfrentamientos más violentos de estos días y donde numerosos estudiantes siguen atrincherados, construyendo barricadas y almacenando cócteles molotov.
El sindicato de estudiantes de ese centro intentó ayer obtener una orden judicial para evitar que los antidisturbios entrasen de nuevo en el campus, pero el tribunal rechazó la demanda. También hay un centenar de estudiantes encerrados en la Universidad Politécnica, que anunció ayer que suspendía las clases del resto de la semana por la inseguridad.
Ante la situación, las autoridades educativas de la ciudad decidieron cancelar hoy las jornadas lectivas en todas las guarderías, colegios de primaria y secundaria y centros especiales.
Los medios locales se han hecho eco de al menos dos heridos graves durante la jornada de ayer: un trabajador de un departamento gubernamental, que recibió un golpe en la cabeza por un objeto supuestamente lanzado por manifestantes, y un chico de 15 años que fue golpeado en la testa por un bote de gas lacrimógeno; ambos permanecen en estado grave.
Estas dos personas se suman en el balance de heridos graves al joven de 21 años que recibió un disparo de un policía de tráfico el lunes y al hombre de 57 años a quien, ese mismo día, prendió fuego un manifestante tras una discusión política.
Asimismo, la Policía encontró muerto anoche a un hombre de unos 30 años vestido de negro, el color habitual de los manifestantes, aunque la hipótesis es que cayó de un edificio y que no se trata de un caso sospechoso.
El diario hongkonés South China Morning Post asegura esta mañana que la controvertida jefa del Gobierno local, Carrie Lam, se reunió anoche con los altos cargos de su Gobierno para debatir si se deben posponer las elecciones a los consejos de distrito, previstas para el próximo 24 de noviembre, aunque por ahora no hay comunicado oficial de las autoridades al respecto de esa información.
Las manifestaciones en Hong Kong comenzaron en junio a raíz de un polémico proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición a la cada vez mayor injerencia de Pekín.
No obstante, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía se han convertido en habituales.
El temor al toque de queda
El periódico en inglés Global Times, cercano al gobierno chino, borró el jueves un tuit en el que anunciaba la posibilidad de un toque de queda en Hong Kong en los días venideros. El diario apuntaba que el toque de queda “debía anunciarse el fin de semana” sin citar ninguna fuente.
El tuit fue borrado media hora después de ser publicado. El ejecutivo de Hong Kong fue solicitado por los periodistas para comentar este hecho, pero no se pronunció. Sin embargo, muchos manifestantes permanecen alarmados por la posibilidad de que se decrete un toque de queda, señal de que Pekín podría estar dispuesto a utilizar mayor fuerza para reprimir las protestas. El Global Times es un medio financiado por el estado que opera bajo los auspicios del periódico Diario Del Pueblo del Partido Comunista Chino.
Después de cinco meses de manifestaciones, las protestas en esta excolonia británica se han ampliado y transformado. Ahora los manifestantes multiplican las acciones pequeñas, llevadas a cabo por grupos poco numerosos, mayoritariamente estudiantes, para poner a prueba a la policía.
Este jueves, buena parte de las estaciones de metro y líneas de bus no funcionaban, lo cual paralizaba esta ciudad de 7,5 millones de habitantes.
(Con información de EFE y AFP)
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