Un video surgido en redes sociales muestra a cientos de prisioneros uigures con los ojos vendados y esposados siendo trasladados en algún punto de la turbulenta región de Xinjiang, en el oeste de China, según reportaron este lunes el periódico The Guardian y un think tank australiano.
Las imágenes fueron captadas por un drone y aparecieron la semana pasada en YouTube, pero sólo recientemente se ha establecido que presuntamente corresponden a uno de los numerosos centros de detención y adoctrinamiento montados por China en Xinjiag, donde la minoría musulmana uigur mantiene un fuerte conflicto cultural y político con Beijing.
Los prisioneros visten uniformes azul y amarillo y llevan las cabezas rasuradas y los ojos cubiertos. Formados en filas y columnas, se los puede ver sentados, esposados y esperando, y luego siendo trasladados por la policía hacia un tren.
El investigador Nathan Ruser, del Australian Strategic Policy Institute (Instituto de Políticas Estratégicas de Australia), se basó en diferentes hitos geográficos y la posición del sol en el video para verificar su veracidad, reportó The Guardian. Aparentemente fue filmado en la estación de trenes al oeste de Korla, en el sureste de Xinjiang, en agosto de 2018.
Los más probable, sostiene Ruser, es que los reos provenían de Kashgar, donde la represión ha sido muy fuerte en los últimos tiempos, y estaban siendo transferidos a prisiones en Korla, ciudad conocida por sus centros de detención y reeducación política en los que Beijing intenta moldear a los uigures.
La ministra australiana de Exteriores, Marise Payne, calificó este lunes al video de "profundamente perturbador" y señaló que "ha pedido de forma consistente a China que cese la detención arbitraria de los uiguires y otros grupos musulmanes", de acuerdo a la agencia EFE. Australia aloja a unos 3.000 miembros de esta etnia.
Las imágenes son un fuerte contraste a la propaganda china montada alrededor de invitaciones a la prensa internacional a Xinjinag, que intenta mostrar que los detenidos reciben un buen trato y que la represión es necesaria frente al extremismo de los uigures.
Pero las detenciones, casi todas extrajudiciales, de casi dos millones de uigures y miembros de otras minorías musulmanas en el oeste de China han generado preocupación en todo el mundo y numerosas denuncias de organismos de Derechos Humanos y la ONU.
Según una investigación del New York Times, Xinjiang concentra el 21% de los arrestos en China a pesar de que alberga a apenas el 2% de la población del país
Los uigures son un pueblo antiguo perteneciente al grupo amplio túrquicos, radicados mayoritariamente en China pero también en Kazakstán Uzbekistán, Kirguistán y Turquía, entre otros. Musulmanes y más cercanos en cultura y tradiciones a otros pueblos del centro de Asia como los kazajos y los uzbekos, han estado históricamente en conflicto con los han, la mayoría étnica china.
El conflicto es tanto nacionalista, rechazando el sometimiento a Beijing y celebrando la nación uigur, como cultural y religioso, en oposición al ateísmo del régimen comunista chino y la el budismo mayoritario en los han.
Como consecuencia, la región de Xinjiang, rica en recursos naturales y petróleo, ha estado atravesada por un auge de expresiones locales separatistas y terroristas y la represión generalizada por parte del gobierno central chino, sumada a los 28 centros de educación de los que se tiene conocimiento.
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