El presidente iraní, Hassan Rohani, instó este domingo a los países del golfo Pérsico a evitar que Estados Unidos se aproveche de las divisiones existentes entre ellos y afirmó que el envío de tropas extranjeras puede crear "problemas".
"Tendemos la mano a los países vecinos e incluso estamos dispuestos a olvidar sus errores pasados porque hoy la situación es de tal modo que los enemigos del islam y de la región, es decir EEUU y el sionismo (Israel), quieren aprovecharse de la brecha y la división entre nosotros", dijo Rohaní en un discurso durante un desfile militar.
Irán mostró entre gran fanfarria el sistema de defensa antiaérea Khordad-3, que el pasado junio derribó un drone estadounidense.
También presentó un misil iraní de media distancia que puede recorrer hasta 2.000 kilómetros, lo que deja dentro de su alcance al archirrival de Irán, Israel, y las bases estadounidenses en la región.
Durante el desfile también fue presentado un nuevo sistema de artillería llamado "Hael", que tiene un radar pasivo y detecta el objetivo sin liberar ondas, lo que le permite actuar sobre el blanco sin ser visto.
Este sistema, fabricado por el Ejercito iraní, es móvil y está diseñado para actuar contra objetivos a baja altitud como misiles de crucero o drones, las armas más utilizadas en los recientes incidentes en el Pérsico y Oriente Medio.
La Casa Blanca ha anunciado el despliegue de más tropas en Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos después de los ataques contra dos plantas de la petrolera saudí Aramco, de los que Washington acusó a Teherán, que ha negado toda implicación.
Ante este envío de tropas, Rohani reiteró que la seguridad de la región debe ser garantizada por los países de la zona para evitar una escalada.
"La seguridad del golfo Pérsico, del estrecho de Ormuz y del mar de Omán es endógena, las fuerzas extranjeras pueden crear problemas e inseguridad para nuestra nación y nuestra región", advirtió.
"Si realmente buscan la seguridad de la región que no envíen a la región tantas armas, aviones y bombas (…) que no conviertan nuestra región en una carrera armamentística", dijo Rohani, en plena exhibición militar.
En su alocución, con motivo de la conmemoración de la Semana de la Defensa Sagrada, que marca el inicio de la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), el presidente iraní volvió a desvincular a su país de los incidentes sucedidos en el golfo Pérsico.
"Las mentiras de los que quieren atribuir los incidentes de la región a la República Islámica de Irán serán reveladas" subrayó en alusión a los ataques a Aramco, reivindicados por los rebeldes hutíes del Yemen pero atribuidos por Washington y Riad a Teherán.
El presidente iraní insistió, asimismo, en que la presencia de EEUU en la región "siempre ha sido desastrosa" y adelantó que en la Asamblea General de la ONU en Nueva York Irán presentará una iniciativa de paz en el estrecho de Ormuz para que la seguridad sea garantizada por los países de la región.
Irán le anunciara al mundo "que la presencia de las fuerzas extranjeras puede crear problemas y ser peligrosa para la región, para la seguridad marítima y para la seguridad del petróleo", agregó.
EEUU intenta crear una coalición para proteger a las naves en el golfo Pérsico, y Arabia Saudita y Emiratos anunciaron la semana pasada que se unían a ella.
Además, sobre el nuevo despliegue de tropas estadounidenses, el Pentágono aseguró que se centrarán en "la defensa aérea y de misiles".
El ministro de Estado de Asuntos Exteriores saudí, Adel al Yubeir, se mostró ayer conforme con esto ya que debido a "los últimos retos" es necesario "aumentar la cooperación de seguridad entre el reino y sus aliados y socios para garantizar que no haya ningún obstáculo para la economía internacional".
(Con información de AFP, EFE y AP)
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