Casi cinco meses después de las elecciones del 28 de abril, en las que el presidente Pedro Sánchez (PSOE) resultó el candidato más votado, aunque sin llegar a una mayoría propia, España se prepara para repetir los comicios.
El Rey Felipe VI dio por cerradas este martes las negociaciones con los principales líderes políticos. Tras constatar que nadie reúne el apoyo necesario para ser investido presidente antes del 23 de septiembre —que era la fecha límite—, el monarca decidió no presentar a ningún candidato para que sea votado por el Congreso de los Diputados.
"Su Majestad el Rey ha concluido las consultas que, en cumplimiento del artículo 99 de la Constitución, se han desarrollado durante los días 16 y 17 del presente mes de septiembre (…) Tras recibir la información que le han trasladado los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria que han comparecido en las consultas, ha constatado que no existe un candidato que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados, en su caso, le otorgue su confianza", informó la Casa del Rey en un comunicado.
"En ese sentido y de acuerdo con lo expuesto el pasado 12 de septiembre en la convocatoria de estas consultas, Su Majestad el Rey ha comunicado a la Señora Presidenta del Congreso, Doña Meritxell Batet Lamaña, que no formula una propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno. Todo ello a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución".
El mencionado artículo constitucional estipula que si dos meses después de la primera votación de investidura ningún candidato es confirmado por el Congreso, el Rey debe disolver ambas cámaras legislativas y convocar nuevas elecciones. Ese plazo se cumple el lunes 23 de septiembre, dado que Sánchez no logró el apoyo necesario en la sesión de julio.
Si bien es legalmente posible que haya algún acuerdo de último momento en los próximos días, el mensaje del monarca parece dar por terminado el tiempo de las negociaciones. Las elecciones serían el 10 de noviembre.
La decisión de Felipe VI tuvo lugar después de que hoy se reunió con Sánchez y con los líderes de los principales partidos políticos con representación parlamentaria. El bloqueo se ha debido a que el PSOE de Sánchez no logró forjar un acuerdo de Gobierno con la formación izquierdista Unidas Podemos (UP).
"Lo hemos intentado todo, pero nos lo han hecho imposible", dijo Sánchez tras conocer la decisión del Rey. "Propusimos un gobierno progresista que no dependiera de fuerzas independentistas. Desgraciadamente, el señor Pablo Iglesias (líder de UP) ha bloqueado con su abstención la formación de ese gobierno. Va camino de un récord: nunca ha habido en Europa un partido de izquierda que vete cuatro veces la formación de un gobierno socialista".
La insistencia del presidente de formar un Gobierno monocolor con apoyo parlamentario de UP, y el empeño de Iglesias de entrar en un Ejecutivo de coalición fueron la clave de ese desencuentro. Por su parte, el conservador Partido Popular (PP) y el liberal Ciudadanos (C's) mantuvieron su intención de votar contra Sánchez, como ya hicieron en julio, y rechazaron la opción de una abstención que permitiera formar un gobierno y salir de la inestabilidad.
"Les digo a los españoles que el próximo 10 de noviembre tenemos la posibilidad de decir las cosas más claras. Puede haber un gobierno moderado y progresista que tienda puentes. Pero eso lo tendrán que elegir los españoles el próximo 10 de noviembre", dijo Sánchez. "España necesita un gobierno que dure, con un apoyo parlamentario estable. Los españoles vieron que UP y la derecha han bloqueado eso".
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