Seis muertos, comunicaciones cortadas y daños enormes en infraestructura y cultivos es el balance provisional de las graves inundaciones que sufre una amplia franja del sureste de España por un episodio meteorológico de gota fría que todavía se mantiene en la zona.
Lluvias nunca vistas en algunas zonas, con más de 400 litros por metro cuadrado en 48 horas en localidades concretas, han causado desde el jueves desbordes de ríos y avenidas de agua que han colapsado la vida diaria en amplias zonas de las provincias de Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Granada y Albacete.
Tras la muerte el jueves de dos hermanos en Caudete (Albacete) cuando el vehículo en el que viajaban fue arrastrado por una riada, en la mañana del viernes se ha rescatado el cadáver de un hombre que perdió la vida en un paso subterráneo inundado por la lluvia en la capital almeriense.
La cuarta víctima mortal se ha registrado en una rambla de Baza (Granada): un hombre de 36 años residente en La Jámula cuya familia había denunciado por la mañana su desaparición ante la Policía Nacional. Su cuerpo fue hallado por un helicóptero en un lugar de difícil acceso y muy alejado del lugar donde previamente se había encontrado su vehículo.
A última hora del viernes, la Guardia Civil ha hallado el cadáver de un hombre de 58 años en una zona de Orihuela anegada por el desbordamiento del río Segura. Según los primeros indicios, pudo ser arrastrado por una avenida de agua cuando acababa de aparcar su coche e intentaba cruzar la calle.
La sexta víctimas es un hombre de 41 años, también vecino de Orihuela, que ha sido hallado muerto en una zona de campo. El hombre estaba siendo buscado desde el viernes.
El río Segura, el más importante de la zona, se ha desbordado en algunos puntos y se teme que lo haga también a su paso por la ciudad de Murcia, de cerca de medio millón de habitantes.
En distintas zonas de la región, los alcaldes de pequeñas localidades han hecho llamamientos a las autoridades para rescatar a vecinos de barrios o aldeas aisladas que siguen atrapados en sus viviendas. Helicópteros de servicios de rescate están sacando a personas de los tejados de sus viviendas.
Varias unidades militares están actuando desde el jueves en distintas zonas para participar en las tareas de rescate y auxilio.
Además, un contingente de las fuerzas especiales (los "boinas verdes") entró en acción este viernes para rescatar a vecinos aislados por las aguas en la localidad de Benferri, en puntos a donde los vehículos de rescate y de la policía no podían acceder.
En conjunto, se estima que son al menos 3.500 las personas que han tenido que ser evacuadas de sus viviendas en toda la zona sureste de España.
Por ejemplo, 2.200 personas fueron evacuadas por precaución después de que se anunciara de que se aliviará agua de forma controlada de la presa de Santomera (Murcia), que está cerca de su límite, en una zona en la que están trabajando 400 militares.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pidió en rueda de prensa, antes de acudir a la zona afectada, que se reduzcan al máximo posible los desplazamientos y, sobre todo, que la población se mantenga informada de las previsiones meteorológicas y atienda a las recomendaciones de las autoridades.
Las comunicaciones están también muy afectadas. Una de las principales autopistas del país, la AP-7, quedó cortada en varios puntos de la región, y en un túnel hubo que entrar con embarcaciones para rescatar a algunos conductores que se habían quedado atrapados en el interior.
Además, más de 80 carreteras nacionales y secundarias han llegado a estar cerradas. Cerca de 700.000 alumnos quedaron sin clases solamente en la región de Valencia.
Los aeropuertos de Almería y Murcia quedaron cerrados, pero también fueron afectados temporalmente los de Barcelona y Palma. Igualmente, varios puertos marítimos de la zona han sido cerrados. El tráfico ferroviario también está también suspendido en la mayor parte de toda esa zona.
Las autoridades de la región de Murcia han instado a la población a que no se desplace en automóvil si no es estrictamente necesario, ya que la situación es "dramática", según el presidente regional, Fernando López Miras.
En numerosas localidades, las lluvias son las mayores jamás registradas. Los ríos desbordados y enormes avenidas de agua han arrasado zonas urbanas, campos agrícolas e instalaciones industriales, arrastrando vehículos y todo lo que encontraban a su paso.
En esa región son muy habituales las viviendas de una sola planta, y miles de ellas han sufrido daños graves y pérdida total de enseres.
La zona es de gran importancia para la producción agrícola de España, y se teme que haya daños muy importantes en cultivos intensivos de hortalizas y frutales, muchos de ellos de exportación.
Los impactos económicos de estas inundaciones "van a ser muy duros", advirtió el presidente de la región de Valencia, Ximo Puig.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene la alerta roja en algunas zonas del sureste, ya que prevé que las lluvias continúen en la zona y se desplacen progresivamente hasta cubrir la mitad sur del país y las islas Baleares.
(Con información de EFE)
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