Derramar un poco de café suele ser un problema menor la mayoría de las veces, pero dentro de la cabina de un avión puede retrasar el traslado y hasta causar grandes conflictos en la operación. Una situación similar la vivieron los tripulantes de un vuelo con destino a Cancún, México, quienes tuvieron que usar máscaras de oxígeno para superar la emergencia.
Fue el 6 de febrero cuando la tripulación de la cabina dio una taza de café sin tapa al piloto de 49 años que conducía el avión Airbus A33-243, operado por Condor, procedente de Frankfurt en Alemania hacia Cancún en México.
El hombre disfrutaba de su bebida caliente hasta que por error la derramó en el panel de control de audio de la aeronave que volaba sobre el Océano Atlántico Norte, con 11 tripulantes y 326 pasajeros.
El accidente causó "significativas" consecuencias en la operación del avión y obligó a que el piloto tirara el combustible y desviara su ruta hacia el aeropuerto de Shannon, en la República de Irlanda.
Luego de que el café cayó sobre el panel de control de audio el aparato se sobrecalentó, la cabina del avión se llenó de humo y el olor a quemado se propagó rápidamente.
La División de Investigación de Accidentes Aéreos informó que las condiciones se complicaron tanto tras el derrame de la bebida, que los trabajadores de la aerolínea usaron máscaras de oxígeno para superar las "dificultades de comunicación significativas para la tripulación de vuelo".
El piloto, con más de 13.000 horas de experiencia en el aire, decidió desviar el vuelo porque uno de los botones del panel de control de audio se derritió ante el incremento de la temperatura en el aparato, por lo que la operación era imposible.
El jefe del vuelo con 11 tripulantes y 326 pasajeros tiró el combustible que aún tenía y se desvió hacia el aeropuerto de Shannon, en Irlanda, donde fue reparada la aeronave para continuar con su travesía.
La Subdivisión de Investigación de Accidentes Aéreos señaló que no hubieron personas heridas por esta maniobra, además de que este accidente los impulsó a cambiar sus procedimientos para garantizar y proveer tapas en las tazas de los tripulantes de los vuelos en todas las rutas.
"El operador también emitió un aviso de la tripulación de vuelo recordando a los pilotos que tengan cuidado con los líquidos", agregó.
"El vuelo DE2116 de Frankfurt a Cancún el 6 de febrero de 2019, se desvió al aeropuerto de Shannon como medida de precaución debido a una pequeña cantidad de humo en la cabina después de un derrame de líquido", dijo por su parte el portavoz de la empresa Condor, del Grupo Thomas Cook.
"Después de que la aeronave fue completamente inspeccionada y reparada por nuestro equipo de ingenieros, el vuelo continuó a través de Manchester debido a las horas de operación legales de la tripulación. Como la seguridad es siempre nuestra principal prioridad, hemos investigado exhaustivamente este incidente y revisado los procedimientos de los líquidos en la cabina. A nuestros equipos se les recordó un manejo cuidadoso y el uso de contenedores apropiados para su agua o café. Pedimos disculpas por cualquier inconveniente que el desvío pueda haber causado a nuestros clientes", explicó la compañía.
"Algo está mal con el avión": los angustiosos mensajes de los pasajeros de un vuelo
Hace unos días otro el vuelo 312 de Swoop también sufrió un percance donde nadie resultó herido. La aeronave partió el martes por la mañana del aeropuerto internacional de Abbotsford,en Columbia Británica, con dirección hacia Edmonton, pero tras estrellarse con algunos gansos tuvo que regresar de emergencia a su lugar de origen para no causar más incidentes.
Tras una exitosa maniobra de rescate, los pasajeros declararon que 10 minutos después del despegue en Abbotsford escucharon un ruido fuerte y por las ventanas vieron el fuego que salía desde el motor, además pudieron percibir el olor intenso de los gansos quemados que inundó la cabina.