El primer ministro Boris Johnson dijo este viernes que se sentía "prudentemente optimista" con respecto a un posible acuerdo sobre el Brexit, antes de sus primeras conversaciones cara a cara con los jefes de la Unión Europea (UE) la próxima semana.
Johnson se reunirá el lunes en Luxemburgo con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y el jefe de negociación del Brexit de la UE, Michel Barnier.
El tono optimista de Johnson sobre la celebración de un acuerdo de divorcio con la UE a tiempo para la fecha de salida, prevista para el 31 de octubre, contrasta con el estado de ánimo de Bruselas.
La libra británica ganó 1% frente al dólar en el comercio del viernes gracias a la especulación de que los dos lados se acercaban a un compromiso sobre la polémica frontera irlandesa.
Pero el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dijo que la brecha entre Londres y Bruselas seguía siendo "muy amplia".
Johnson explicó que el público merecía saber lo último en las conversaciones del Brexit, y reiteró su insistencia en que Gran Bretaña debe abandonar la UE el 31 de octubre, con o sin un acuerdo de retirada.
"Estamos trabajando muy duro para conseguir un trato", dijo durante una visita a Rotherham, en el norte de Inglaterra.
Con respecto al encuentro con Juncker y Barnier -con quienes se reunirá por primera vez desde que asumió el poder el 24 de julio- Johnson añadió: "Veremos dónde llegamos. Soy prudentemente optimista, pero pase lo que pase, saldremos el 31 de octubre".
Brecha de respaldo
Mientras tanto, en Irlanda, Varadkar dijo en la radio RTE: "Estamos explorando lo que es posible (…) la brecha es muy amplia", aseguró. Dijo que "lucharía y trabajaría por" un acuerdo, pero "no a cualquier costo".
El punto de fricción central es el llamado "backstop", un compromiso destinado a mantener la frontera británico-irlandesa abierta para el comercio sea cual sea el escenario post Brexit.
Este punto era parte del acuerdo de retirada alcanzado entre Bruselas y la predecesora de Johnson, Theresa May, pero el acuerdo fue rechazado tres veces por el parlamento británico.
Varadkar dijo que si bien Dublín siempre había estado dispuesto a explorar arreglos alternativos, lo que se ha propuesto hasta ahora "está muy lejos" de lo que se necesita.
Advertencia del portavoz
Los diputados aprobaron una ley que ordena a Johnson buscar una prórroga del plazo más allá del 31 de octubre si no surge ningún acuerdo de la cumbre de la UE el 17 y 18 de octubre.
Sin embargo, el primer ministro sostiene que Gran Bretaña debe salir a tiempo. El presidente saliente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, advirtió a Johnson que no desobedezca la ley negándose a pedir un retraso del Brexit, y prometió frustrar cualquier intento de eludir la legislación.
Bercow dijo que desobedecer la ley establecería "el ejemplo más terrible".
Johnson pidió a la reina Isabel II la suspensión de la actual sesión parlamentaria el martes y su reapertura el 14 de octubre, alegando que era necesario para desplegar su agenda doméstica.
La suspensión excepcionalmente larga fue vista como un intento de frustrar la oposición a un Brexit sin acuerdo, y causó revuelo en todo el espectro político.
El discurso de Johnson en Rotherham fue interrumpido por un hombre que le instó a "volver al parlamento" y "arreglar el lío que has creado".
El primer ministro dijo que "no se le disuadirá" de abandonar la UE el 31 de octubre.
"Habrá tiempo suficiente para que el parlamento considere el acuerdo que espero hacer en la cumbre de la UE", insistió.
Robin Millard para AFP
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