Una corte de apelación en Escocia declaró este miércoles como "ilegal" la decisión del primer ministro británico, Boris Johnson, de suspender las labores parlamentarias durante cinco semanas, pocos días antes de la fecha prevista del Brexit.
La semana pasada, una instancia judicial de primera instancia había rechazado una demanda presentada por 75 parlamentarios para bloquear dicha suspensión, denunciada por los opositores de un Brexit sin acuerdo como una maniobra para amordazarlos. Ahora, según los jueces, la decisión final debe tomarla el Tribunal Supremo británico. No obstante, no se ordenó que se revierta la medida.
Rápidamente, el Gobierno conservador informó que recurrirá el fallo. "Estamos decepcionados", dijo un vocero.
La suspensión entró en vigor el martes de madrugada y tiene planeado extenderse hasta el 14 de octubre, dos semanas antes de la fecha en la que el Reino Unido debe abandonar la Unión Europea.
Los diputados que presentaron la demanda alegaron que Johnson está intentando evitar el escrutinio democrático.
La tradicional ceremonia de suspensión, rodeada de gran pompa, fue boicoteada por la inmensa mayoría de los lores en señal de protesta, mientras algunos diputados gritaban: "¡vergüenza, vergüenza!".
El premier llegó al poder en julio prometiendo que sacaría al Reino Unido del bloque el 31 de octubre, a toda costa. Pero ante el temor de un caótico Brexit sin acuerdo, los legisladores aprobaron de urgencia una ley que le obliga a pedir una nueva prórroga, si el 19 de octubre no llega a un trato aceptable con Bruselas u obtiene la luz verde del parlamento para una salida brutal.
(Con información de AP y AFP)