El petrolero iraní Adrian Darya 1, que ha estado desde hace dos meses en el centro de una disputa entre Teherán y Estados Unidos, finalmente descargó sus 2,1 millones de barriles de petróleo "en la costa mediterránea", según indicaron este domingo las autoridades persas y un día después de que el buque fuera detectado en aguas sirias frente al puerto de Tartus.
Anteriormente conocida como Grace 1, la nave había sido detenida en julio en Gibraltar bajo la sospecha de estar llevando petróleo a Siria, lo que la Unión Europea (UE) prohíbe en el marco de la guerra civil en ese país.
Fue liberado en agosto luego de que Teherán se comprometiera por escrito a no descargar el crudo en Siria, y tras cambiar de nombre emprendió luego una travesía por el Mar Mediterráneo buscando, sin éxito debido a las presiones de Estados Unidos, que intentaba incautar la nave, un puerto alternativo.
"El petrolero Adrian Darya 1 finalmente atracó en la costa del Mediterráneo y descargó su carga", dijo este domingo el portavoz del Ministerio de Defensa iraní, Abbas Mousavi, citado por Reuters.
El comunicado omite deliberadamente el país en el que el buque habría atracado para entregar el crudo, valuado en 140 millones de dólares y el cual, según Estados Unidos, está destinado a las actividades de la Guardia Revolucionaria iraní, una organización que Washington recientemente designó como terrorista, en Siria y en apoyo del dictador Bashar al Assad.
Irán negó desde el principio que el destino fuera Siria, y semanas atrás dijo haber encontrado un comprador para la carga, sin especificar de quién se trataba.
Sin embargo, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, dijo que el buque llegó al puerto sirio de Tartús-
"Cualquier que dijera que el Adrian Darya-1 no se dirigía a Siria está en negación", dijo Bolton en un tuit el viernes por la noche con una imagen satelital que, según dijo, mostraba el barco anclado a dos millas náuticas de Tartús.
"Teherán cree que es más importante financiar el régimen asesino de Asad que proveer a su propio pueblo. Podemos hablar, ¡pero Irán no recibirá ningún alivio de sanciones hasta que deje de mentir y difundir el terror!"
La empresa de monitoreo satelital estadounidense Maxar Technologies también publicó el sábado dos fotografías (fechadas el viernes) que muestran al Adrian Darya 1 en aguas territoriales sirias y frente a las costas del puerto de Tartus, el cual se cree era el destino inicial del buque antes de ser detenido en Gibraltar.
El lunes, casi seis días atrás, el Adrian Darya 1 había dejado de transmitir su posición cuando estaba aún en aguas internacionales pero justo a punto de entrar en Siria, según reportaron numerosas agencias de monitoreo del tráfico marítimo como MarineTraffic, MarineVesselTraffic o Refinitiv.
Esa posición fue lo último que se supo del buque hasta la publicación de las imágenes por parte de Maxar Technologies el sábado y ahora el comunicado oficial del gobierno iraní.
El viernes el departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó al buque y su capitán en una lista de entidades sancionadas que incluye a numerosas empresas navieras y comerciales, acusadas por Washington de funcionar como una red para que Irán pueda acceder a mercados internacionales.
El cinematográfico caso de Adrian Darya 1 se ha convertido en el último conflicto en una escalada creciente de tensiones entre el régimen de Irán y Estados Unidos, luego de que en 2018 Washington anunciara su retiro del acuerdo nuclear firmado entre Teherán y diferentes potencias.
Aunque el pacto nuclear (conocido como JCPOA) sigue vigente entre Irán y los restantes firmantes (Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia), la salida de Estados Unidos lo ha dejado pendiendo de un hilo debido al restablecimiento de las sanciones de Washington sobre el país, que están impidiendo su acceso a mercados internacionales y la venta de petróleo, su principal exportación.
De esta forma, poco después de la incautación del Adrian Darya 1 en Gibraltar Irán detuvo a un petrolero británico, el Stena Impero, en el Estrecho de Ormuz, y esta nueva "guerra de petroleros" ha afectado en el precio del crudo y contribuido a aumentar la presencia militar en el Golfo Pérsico.
También, Teherán ha estado amenazado con salirse del acuerdo nuclear, que impone límites reales a su programa atómico a cambio del levantamiento parcial de sanciones, si los restantes firmantes no encuentran la forma de atenuar el impacto de las medidas de Estados Unidos.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: