El video del viaje fue compartido este jueves por el deportista, que festeja como un logro haber interceptado el dispositivo a pesar de la adrenalina del momento (Video: Youtube @sirsammy15)
Se podría pensar que la anécdota es exagerada e, incluso, inventada, pero las imágenes no dejan lugar a dudas: un hombre atrapó un celular en el aire mientras viajaba en una montaña rusa en un parque de diversiones en España.
Un video publicado este jueves lo demuestra. La clásica cámara instalada en el tren que lleva a los usuarios en la montaña rusa, y cuyas imágenes suelen venderse a los participantes una vez que acaban su viaje, captó el milagroso momento.
El hombre se divierte en la primera bajada del circuito, pero a medio camino, nota inmediatamente algo fuera de lugar. En las imágenes sólo se puede apreciar el momento en el que la persona logra tomar el pequeño aparato electrónico con su mano derecha, por encima de la cabeza de su compañero de asientos.
Todo esto ocurre en apenas unos cuantos segundos, y cuando el hombre logra hacerse con el celular, en medio de la adrenalina por las subidas y bajadas, festeja con sus compañeros de tren el momento, que recibieron con un entusiasmo inusual, que se entrelazó con la adrenalina del momento.
El video original, publicado en las primeras horas del jueves, ya acumuló más de un millón de visitas en YouTube, más los videos que lo replicaron, y entre los cientos de comentarios hay un pedido crucial: el video desde el punto de vista del celular capturado.
Los diarios locales en Nueva Zelanda se hicieron eco de la noticia, ya que el protagonista de la grabación es ni más ni menos que Samuel Kempf, un jugador de Fistball relativamente popular en aquel país.
El fistball es un deporte muy parecido al voleibol, aunque, como su nombre lo dice, es una variante que se juega con los puños, sobre todo en canchas de pasto, más amplias que las típicas de voleibol, donde la pelota puede botar hasta una vez.
Los medios locales destacaron la ironía de que, a pesar de que Kempf juega un deporte donde es vital usar bien el puño, en el video se lo puede ver dando un gran desempeño con las manos abiertas.
"¡Atrapé el teléfono de un extraño en medio del aire en una montaña rusa! Fue en España, en el Port Aventura", señaló Kempf en el video, que él mismo subió a internet. El lugar está ubicado en Vila-Seca, Tarragona, unos 90 kilómetros al suroeste de Barcelona.
"Vi cómo una persona, unas filas adelante, soltó su iPhone X. Resumiendo la historia: lo atrapé. La montaña rusa iba a una velocidad de más de 130 kilómetros por hora, es una de las más altas y veloces de Europa", explicó.
Kempf, nacido en la localidad de Timaru, en el sureste de Nueva Zelanda, y sus compañeros se encontraban en España para representar a su país en el Campeonato Mundial de Fistball, que culminó el pasado 17 de agosto. El deportista decidió visitar el parque de diversiones con su familia y algunos colegas para subirse al Shambhala, una de las principales atracciones del lugar.
"El hombre perdió su teléfono cuando el tren empezaba a ascender, cayó en el piso de su carro", explicó después Kempf a medios neozelandeses. "Estaba tratando de alcanzarlo, pero no podía tomarlo, porque iba asegurado para no salir disparado. En ese momento le dije a mi hermano, en broma, que nos preparáramos para agarrarlo", completó.
La broma, entonces, se hizo realidad, como demostró el video. "Comenzamos el viaje y me olvidé completamente sobre el tema, porque estaba totalmente entregado al momento, fue un muy bien viaje, pero después de la primera bajada vi cómo el teléfono se fue por los aires y directamente hacia nosotros, así que me estiré y lo alcancé, logré atraparlo", detalló.
"Estaba sentado junto a mi prima y me dijo que ella también lo había visto, pero estaba muy asustada y aferrada a su propio asiento como para intentar atraparlo", agregó.
Cuando el viaje terminó, Kempf se acercó al hombre y le entregó su teléfono. Tras contarle la anécdota, "no podía creerlo", dijo, y le dio un gran abrazo. Como regalo de agradecimiento, le compró el video del momento para que se lo llevara y presumiera con su familia, amigos y conocidos, reveló Kempf.
"Lo más gracioso de todo fue que, cuando todos bajamos de la montaña rusa, y caminamos hacia la zona donde reproducen los videos de cada cero, la mitad de la gente que estaba ahí se concentró alrededor de nuestro video. Cuando vieron qué sucedió, empezaron a aplaudir y a festejar como lo habíamos hecho nosotros", aseguró Kempf.
"De hecho, la gente encargada de las cámaras no quería vendernos el video, porque pensaban que alguien había sacado su móvil para graba el viaje, lo cual está prohibido, pero ellos también quedaron encantados cuando vieron lo que de verdad había pasado", finalizó el deportista.