La ultraderecha de Alemania se impone como segunda fuerza en dos elecciones regionales

Según los primeros resultados a boca de urna el partido Alternativa para Alemania (AfD) casi gana en los comicios en Brandeburgo y Sajonia, dos estados de la ex República Democrática que se han convertido en centro del movimiento nacionalista y antiimigración y que podrían hacer tambalear al gobierno de Angela Merkel. Se trata de un avance espectacular desde los últimos resultados de 2014

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Simpatizantes de Alternativa para Alemania
Simpatizantes de Alternativa para Alemania (AfD) el partido de ultraderecha que podría ganar este domingo (AFP)

La extrema derecha alemana se preparaba este domingo para lograr un fuerte avance en las elecciones regionales en Sajonia y Brandeburgo, en el este del país, un resultado que podría colocar a la coalición de la canciller Angela Merkel ante nuevas turbulencias precisamente en el 80° aniversario de la invasión nazi de Polonia que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial.

En Sajonia y Brandeburgo, dos estados federados del este de Alemania, unos 5,5 millones de electores estaban convocados a las urnas este domingo para elegir a sus nuevos parlamentarios regionales.

Tras el cierre de los colegios electorales, a las 18:00 hora local (16:00 GMT), se publicaron los primeros resultados a boca de urna, a la espera del conteo oficial.

Un centro de votación en
Un centro de votación en Sajonia con carteles en alemán y en sorbio, lengua eslava hablada por una minoría en el estado (Reuters)

De acuerdo a estos datos, citados por la cadena Deutsche Welle, el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) obtenía el segundo lugar en ambos distritos, lo que significa un enorme crecimiento con respecto a las últimas elecciones, aunque no fue suficiente para que se convirtieran en la primera fuerza en estos distritos.

En Brandeburgo lograban el 22,5% de los votos, superados por la oficialista socialdemocracia (SPD), que lograba el 27,5%. Mientras que en Sajonia alcanzaban el 27,5%, por detrás del 32% de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), mismo partido de Merkel.

En las anteriores elecciones de 2014, AfD había logrado apenas 12,2 puntos en Brandeburgo y cerca de 9,7% en Sajonia.

Si bien estos dos estados suponen sólo el 12% del electorado alemán, estas elecciones, que se completarán con una tercera el 27 de octubre en Turingia -otra región de la exRepública Democrática Alemana (RDA, comunista)- , están siendo seguidas con lupa en el país, que este año celebra también el 30° aniversario de la caída del Muro de Berlín.

Alice Weidel y Alexander Gauland,
Alice Weidel y Alexander Gauland, principales líderes de AfD

Este domingo también se conmemoraban los 80 años de la invasión de Polonia por parte del régimen nazi de Adolf Hitler, un hecho que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto. Al respecto el presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, pidió perdón a Polonia por el daño causado a ese país por la "guerra de destrucción masiva" lanzada el 1 de septiembre 1939 por el nazismo.

Las elecciones de este domingo, sin embargo, se estarían saldando con un nuevo avance de AfD, el partido de extrema derecha que altera el paisaje político alemán desde 2013.

Teniendo en cuenta los resultados de las elecciones para el parlamento europeo realizadas en mayo de este año,  AfD estaba en condiciones incluso de ganar y convertirse en la primera fuerza tanto en Brandeburgo como en Sajonia. Pero los bocas de urna marcaban, por el contrario, que no habían alcanzado tanto.

Esta derecha radical tiene sus bastiones en el este del país y es mucho más débil en el oeste, lo que demuestra la grieta política que divide a Alemania tres décadas después de su reunificación.

Parálisis 

En Brandeburgo, el Land (estado) que rodea a Berlín, AfD había obtenido en el último sondeo un 21% de intención de voto, un punto por detrás del partido socialdemócrata, que hoy en día tiene el control de la coalición de la izquierda que gobierna en el estasdo y con estos resultados preliminares lo estaría reteniendo.

En la vecina Sajonia, la otra región que votaba el domingo, la extrema derecha era superada en los sondeos por los conservadores de la canciller Merkel (CDU), que tienen a ese Estado como su feudo.

En caso de confirmarse los resultados reportados, se trataría de una progresión espectacular con respecto a las anteriores elecciones de 2014, cuando cosecharon apenas 12,2 puntos en Brandeburgo y cerca de 10 en Sajonia.

En cualquier caso, esto no alcanzará a AfD para acceder al poder en esas regiones: los partidos tradicionales, en particular CDU, ya han advertido que no formarán coalición con AfD.

Un póster de campaña de
Un póster de campaña de Alternativa para Alemania (AfD) en Marxloh, el 13 de septiembre de 2017, que llamar a frenar la “islamización” (Reuters)

En estos Länders (estados) de la ex-RDA, de los que muchos jóvenes siguen emigrando cada año hacia el oeste de Alemania por sus salarios más atractivos, muchos ciudadanos sufren una sensación de desvalorización, a pesar de la fuerte caída del desempleo en la última década.

La generosa política de acogida de refugiados de Merkel en 2015 también hirió a una parte de la población, que sintió que el Estado se ocupaba más de los migrantes que de ellos.

Tormenta en la coalición

AfD explotó esos temores e hizo campaña contra los partidos tradicionales, a los que asimiló al expartido comunista de la RDA.

Estas elecciones regionales sirven de ensayo en tamaño real para la canciller, al frente desde el año pasado de una coalición frágil con los socialdemócratas del SPD, y que ya anunció que abandonará el poder en el otoño de 2021.

Angela Merkel, canciller de Alemania
Angela Merkel, canciller de Alemania (REUTERS/Fabian Bimmer)

Las dos elecciones podrían provocar una "tormenta" en la coalición, según Der Spiegel.

"El problema es simplemente que el gobierno no ha logrado ofrecer una perspectiva a la gente del Este tras la caída del comunismo", opinaba Karl-Heinz Landgraf, de 75 años.

"Espero que ganen otros partidos que defienden la apertura, la democracia y la protección del medio ambiente", afirmaba a su lado Monika Schneider, de 49 años.

Pero no parece sencillo. Merkel, oriunda de otro Estado del este (Mecklenburgo-Antepomerania) y muy impopular entre los simpatizantes de AfD, se abstuvo de hacer campaña y prefirió dejar el terreno a los barones locales de su movimiento.

El SPD, sin dirigente desde hace varios meses y en caída libre en los sondeos, están una situación aún peor.

Con información de AFP

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