El temor a una recesión inminente ha vuelto a acechar a los mercados, pero varios inversores y analistas están preocupados por un cambio más profundo y estructural: que la economía mundial podría estar cediendo a un fenómeno denominado "japonificación".
La "japonificación" es el término que los economistas utilizan para describir la batalla de casi 30 años del país asiático contra la deflación y el bajo crecimiento, caracterizada por un estímulo monetario monumental que impulsa el rendimiento de los bonos a la baja incluso cuando la carga de la deuda se dispara.
Los analistas han estado preocupados durante mucho tiempo de que Europa sucumbiera a un malestar similar, pero tenían la esperanza de que los Estados Unidos, por su economía más dinámica y su mayor recuperación de la crisis, evitarían ese destino.
Pero con la tasa de inflación estadounidense obstinadamente baja, el debilitamiento del estímulo fiscal y la reducción de los tipos de interés de la Reserva Federal por primera vez desde la crisis financiera, incluso EEUU está empezando a parecerse un poco a Japón.
"Uno se puede volver adicto a tasas bajas o negativas", dijo Lisa Shalett, directora de inversiones de Morgan Stanley Wealth Management en Nueva York, al periódico Financial Times. "Da mucho miedo. Japón todavía no se ha escapado de ella. El mundo está en una situación muy precaria".
El principal síntoma de la propagación de la japonificación es el aumento de la deuda de rendimiento negativo, que se ha acelerado en los últimos meses. En la actualidad, el valor de los bonos que se negocian con rendimientos por debajo de cero asciende a más de 16 billones de dólares, es decir, más del 30% del total mundial.
Japón es el mayor contribuyente a ese fondo, con casi la mitad del total, según el Deutsche Bank. Pero todo el mercado de bonos públicos alemanes y holandeses tiene ahora rendimientos negativos. Incluso Irlanda, Portugal y España -que hace tan sólo unos años estaban pagando tasas elevadas por la crisis en la eurozona- han visto como gran parte de sus bonos soberanos se sumergen bajo cero.
Como resultado, el mercado de bonos de EEUU ya no es el refugio más seguro en un mundo con tipos de interés a la baja: es el único refugio que queda. La deuda de EEUU representa el 95% del rendimiento mundial disponible de bajo riesgo, según Bank of America.
"El agujero negro de la economía monetaria -con tasas de interés atascadas en cero sin perspectivas reales de escape- es ahora la expectativa en los mercados en Europa y Japón, con rendimientos esencialmente en cero o negativos a lo largo de una generación", apuntó Larry Summers, ex secretario del Tesoro, el fin de semana pasado. "Estados Unidos está a sólo una recesión de unirse a ellos".
"Llámenlo el problema de los agujeros negros, el estancamiento secular o la japonificación, este conjunto de cuestiones debería ser la principal preocupación de los bancos centrales", agregó.
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