La oposición rusa salió este sábado a realizar piquetes pacíficos en tres céntricas plazas de Moscú, después de que las autoridades locales negasen la autorización para celebrar marchas y manifestaciones de la oposición no parlamentaria este sábado.
En el marco de fuertes medidas de control policial, los opositores han optado por esta estrategia, menos masiva, para hacer notar sus reclamos.
"En verdad aquí lo que importa no es la cantidad. La gente ya exhibió la cantidad. Ahora se necesita algo muy diferente de los ciudadanos: organización, creación de estructuras que permitan realizar acciones cívicas a largo plazo", declaró a EFE Yelena Rusakova, miembro del partido liberal Yábloko.
La opositora sostenía un pequeño cartel que exige el cumplimiento de la Constitución rusa. A su alrededor hay otros activistas con pequeñas pancartas, parados a una distancia de varios metros, para evitar ser detenidos por la policía.
"Lo que sucede ahora es una violación de la Constitución, de los artículos principales de la Constitución", asegura.
La activista indica que se viola el segundo capítulo de la Carta Magna, sobre los derechos y libertades del ciudadano, el derecho a participar en la dirección del Estado, expresado en la vulneración de los derechos electorales, y el artículo 31, sobre el derecho a las reuniones pacíficas.
"Cuando la gente se decide a salir y expresar pacíficamente su posición cívica, ya ve lo que sucede, pueden detenerte e incluso golpearte", comentó.
Rusakova apeló al artículo 18 de la Constitución rusa que obliga a su cumplimiento y observancia por parte de los órganos del poder ejecutivo.
"Los órganos del poder ejecutivo también deben atenerse a la Constitución. Esto significa que tanto la Policía como la Guardia Nacional también están obligadas a cumplirla", explicó.
La activista reconoció que de momento la policía "ve que no se trata de una acción masiva, que es un fenómeno diferente", por lo que no ha habido detención alguna.
Tras la demostración de fuerza de la oposición del sábado pasado, cuando se congregaron 50.000 personas pese a la intensa lluvia, la policía moscovita tomó medidas de seguridad.
Según informó la agencia rusa Interfax, en diversas plazas y boulevares, así como en el metro de la capital rusa se han colocado cordones policiales y circulan patrullas de las fuerzas especiales.
(Con información de EFE)
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