El empresario mexicano Carlos Ahumada Kurtz fue detenido este viernes en el Aeroparque Internacional Jorge Newbery, en Buenos Aires, por pedido de la justicia mexicana. El procedimiento estuvo a cargo de Interpol y ahora deberán decidir su situación el juez federal Sebastián Ramos y el fiscal Guillermo Marijuán porque hay un pedido vigente de extradición. Según pudo saber Infobae de fuentes judiciales, Ahumada Kurtz llevaba casi 100 mil dólares en efectivo.
Carlos Ahumada Kurtz tiene una vida de película. Nació en Córdoba y a los 9 años se fue a vivir a México. Incursionó en diferentes rubros hasta que en 2002 desembarcó en el mundo del fútbol. Primero en el León FC y luego en el Santos Laguna.
En 2004, protagonizó un escándalo político con cámaras ocultas: se filmó entregando dinero a políticos cercanos a Andrés López Obrador, el actual presidente de México. Por ese hecho, Ahumada terminó detenido 1131 días.
En 2007 volvió al país y se radicó en Córdoba, donde gerenció el club Talleres junto a Carlos Granero, hermano del ex titular de la Sedronar, José. La relación terminó con juicios cruzados.
Luego pasó a manejar Juventud Universitaria de San Luis, y más tarde el club Estudiantes de esa provincia, la institución "protegida" por el entonces presidente de la AFA, Julio Grondona, según quedó probado en escuchas judiciales. De la mano de Ahumada, el club subió tres categorías en tres años. Pero en febrero de 2016, el mexicano se fue denunciando una "persecución" del gobernador Alberto Rodríguez Saá.
En todos los clubes inyectó grandes sumas de dinero y se fue reclamando otro tanto. "Era el sistema que encontró para lavar plata", dijo a Infobae una fuente con acceso a su entorno.
El caso por el cual fue detenido comenzó en 2013 con una denuncia presentada por su ex pareja, Rosario Robles, quien era Secretaria de Desarrollo Social del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Robles asegura que Ahumada Kurtz falsificó su firma para inscribirla en un pagaré por 400 millones de pesos mexicanos. Con este documento, el empresario pretendía cobrar un préstamo que le hizo al Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuando Rosario Robles era su dirigente.
En 2014, el pagaré fue transferido por Ahumada a dos empresarios argentinos, que lograron embargar cuentas bancarias del PRD con la intervención de un juzgado de El Chamical, en la provincia de La Rioja.
Luego de una larga batalla judicial, ahora la Fiscalía General de la República (FGR) determinó que cuenta con los elementos necesarios para acusar a Ahumada y pidió su extradición.
Los vínculos políticos de Ahumada en Argentina
En la Argentina, Ahumada Kurtz siempre se abrió puertas de la mano del ex juez de la Corte Eugenio Zaffaroni. “La relación entre ellos es demasiado estrecha”, cuenta un hombre que los vio juntos varias veces.
Zaffaroni, asesor estrella de la ex presidenta Cristina Kirchner en su ratos libres, representó a Ahumada en varias causa judiciales, pese a los antecedentes judiciales del mexicano.
El nombre de Ahumada volvió a los medios a fines de 2015 por el testimonio de Martín Lanatta, condenado por el Triple Crimen. Ante la jueza Maria Servini, el protagonista de la Triple Fuga lo acusó de pagarle US$ 5,2 millones al ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández por el negocio de la efedrina. Aunque dio muchos detalles, la acusación nunca se pudo probar en sede judicial.
Sin embargo, obligó a Ahumada a reconocer que estuvo al menos una vez en el despacho de Fernández cuando era ministro de Justicia. La versión más confiable sostiene que buscaba protección en el país, aunque siempre se manejaba con un ejército de custodios, varios de ellos mexicanos, y vivía con una obsesión por las cámaras y los grabadores ocultos.
La denuncia de Lanatta, no obstante, fue el comienzo de un largo derrotero judicial para Ahumada. El mexicano se acostumbró a visitar los pasillos de Comodoro Py.
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