El Ministerio de Defensa de Rusia anuló la evacuación temporal prevista para este miércoles del poblado de Niónoksa, situado en el noroeste de Rusia cerca de la base militar donde el pasado 8 de agosto explotó un misil de crucero de propulsión nuclear.
"Sí, efectivamente, tenemos información de que los militares anularon las actividades que contemplaban la salida de los vecinos" de Niónoksa, dijo un portavoz de la administración local, citado por la agencia interfax.
Sin embargo, según reveló un corresponsal en Moscú del diario español El Mundo, una parte de la población de Nyonoksa empezó a abandonar la localidad considerando la petición de evacuación que las autoridades rusas realizaron el martes.
El gobierno de Vladimir Putin dijo que la evacuación no tenía nada que ver con el accidente, sino que se debía a unas operaciones militares que finalmente decidió cancelar, de modo que los trenes que iban a llevarse al medio millar de habitantes no abandonaron el asentamiento.
Algunos vecinos de esta localidad situada junto al Ártico ruso se han trasladado a localidades vecinas y a casas de verano en el bosque, aprovechando que todavía no ha empezado el mal tiempo. Lejos de la costa esperan a que se aclare la situación.
El poblado de Niónoksa depende administrativamente de Severodvinsk, ciudad a unos 20 kilómetros de distancia y donde se encuentra el polígono donde estalló el misil de crucero, accidente en el que murieron cinco ingenieros de Rosatom, la agencia atómica de Rusia, que trabajaban en el proyecto.
Los niveles de radiación en Severodvinsk aumentaron entre 4 y 16 veces tras la explosión del misil de crucero, provisto de una fuente isotópica de alimentación, indicó el martes el Servicio Meteorológico de Rusia.
"… a las 12.00 hora de Moscú (09.00 GMT) del 8 de agosto de 2019 en seis de ocho puntos de Severodvinsk se registró un aumento de la dosis de radiación gama de entre 4 y 16 veces en comparación con el nivel habitual para este territorio", anotó.
Aunque los detalles del accidente y el tipo del arma no han sido desvelados, algunos medios han sugerido que se trata del misil de crucero Burevéstnik (Albatros), de propulsión nuclear.
Según la web Seberny Novosti, los médicos del Hospital Clínico Regional, después de tratar a las víctimas de la explosión del misil, descubrieron que sus batas y otros materiales estaban haciendo que los medidores de radiación diesen valores altos. Luego, los médicos fueron llevados a Moscú para ser examinados y los lugares donde atendieron a los enfermos fueron sellados.
El ejército ruso incluso prohibió nadar y pescar durante un mes en toda la bahía donde están situadas estas localidades cercanas al Ártico ruso. En las farmacias la población ha estado comprando yodo para hacer frente a una eventual contaminación. Aunque el Kremlin descartó riesgos para la salud.
El día del accidente las autoridades de Severodvinsk admitieron un aumento de la radiación en la zona, pero subrayaron que fue temporal.
Según una nota del Ayuntamiento, dos horas después de registrarse dicho incremento, el nivel de la radiación era de "0,11 microsievert por hora con un máximo permitido de 0,60 microsievert".
Con información de EFE
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