Imágenes por satélite registraron lo que parecían ser blindados de transporte de tropas y otros vehículos pertenecientes al cuerpo paramilitar chino Policía Popular Armada estacionados en un complejo deportivo en la ciudad de Shenzhen, en lo que algunos interpretaron como una amenaza de Beijing sobre un eventual uso mayor de la fuerza contra los manifestantes prodemocracia que protestan al otro lado de la frontera, en Hong Kong.
Las imágenes reunidas el lunes por Maxar's WorldView muestran al menos 500 vehículos dentro y en torno al estadio de fútbol Shenzhen Bay, al otro lado del puerto del núcleo financiero asiático, que lleva más de dos meses sumido en protestas callejeras casi diarias.
Medios estatales chinos aseguraron que había maniobras previstas de antemano y no relacionadas con los disturbios en Hong Kong, aunque llegaron poco después de que el gobierno central en Beijing dijera que las protestas empezaban a mostrar "atisbos de terrorismo".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó que las agencias estadounidenses de inteligencia creían que el Gobierno chino estaba moviendo tropas a su frontera con Hong Kong y que "¡todo el mundo debe mantenerse tranquilo y a salvo!".
Al parecer, Beijing ha sido reacia a enviar policía o unidades militares del territorio continental o a movilizar la guarnición del Ejército de Liberación Popular en Hong Kong para sofocar las protestas.
A medida que los enfrentamientos entre los manifestantes prodemocracia y la policía en la ex colonia británica se han vuelto más violentos, las condenas de Beijing se han tornado más amenazantes, con advertencias de que quien juegue con fuego "acabará quemado".
Se cree que quiere evitar el devastador efecto que podría tener una acción de esa clase sobre la reputación del territorio como un lugar seguro y estable para invertir, así como la impresión de que el Partido Comunista no ha logrado ganarse a los 7,3 millones de habitantes de la ciudad, 22 años después de que la ex colonia británica fuera entregada a China.
(Video: movimientos militares en Shenzhen, a menos de 30 kilómetros de Hong Kong)
Consecuencias devastadoras
Una enérgica intervención de China para sofocar las protestas prodemocracia en Hong Kong sería "una catástrofe", advirtió este martes Chris Patten, el último gobernador británico de la región semiautónoma.
La brutal represión de China a las protestas prodemocracia en la plaza Tiananmén de Beijing en 1989 provocaron que la economía del país quedara prácticamente estancada durante dos años, ya que se convirtió en un paria internacional.
Los efectos colaterales de una intervención similar en Hong Kong serían mucho más duros.
La estabilidad a largo plazo de Hong Kong, un centro financiero internacional, es fundamental para el bienestar de la economía china, y las imágenes de tropas o policías antidisturbios chinos en las calles de dicha región se difundirían en directo por todo el mundo.
También tendría un gran impacto en la ambición de Beijing de reunificar la isla de Taiwán, con un gobierno democrático, con el resto del territorio continental chino.
(Con información de AP y AFP)
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